El rey Alfonso XIII abrió este hermoso palacio en 1926. Luego se transformó en un icónico resort donde acudieron Mario Moreno “Cantinflas”, Jorge Negrete, Elizabeth Taylor, Orson Wells, Ava Gardner, Jean Cocteau, Anthony Quinn, Ernest Hemingway, etcétera, que caminaron por sus elegantes y sofisticados pasillos, e incluso la reina María Victoria reservó una de sus alas y disfrutó del Miramar—Santos—Málaga, durante varios veranos.

Al referirme al espectacular hotel Miramar, abierto en Málaga en los años 20, se convirtió en un mito, pese a cesar sus actividades para servir como hospital de campaña durante la Guerra Civil y como Palacio de Justicia desde el año 2007. Y claro, tiempo después, el alojamiento volvió a abrir al público a un sinnúmero de personajes, además de que fue restaurador como el icono del lujo que, en el imaginario colectivo de los malagueños, nunca dejó de ser un sitio histórico. Desde ese entonces, uno los sueños del príncipe Alfonso de Hohenlohe Iturbe (personaje hispano—mexicano, que estuviera casado con la princesa Ira Furstenberg), era tener acciones del hotel, pero nunca lo logró y tuvo que adquirir el Marbella Club porque el de Acapulco había fracasado.

Hace unos semanas, celebraron otra inauguración, con un público compuesto por lo más granado de la vida social malagueña. Allí estuve y alrededor de 1.400 personas disfrutaron de diversos shows en directo, espectáculos de luces/sonido, y gozaron de la excelente decoración. Todo mundo alabó las diversas estaciones gourmet /gastronomía de la zona e internacional, sin olvidarse de degustar vinos europeos.

Una joya de Málaga

Miramar—Santos—Málaga es, ha sido y será un símbolo único para la hermosa ciudad de Málaga. Ya lo fue desde su inauguración, en 1926. Creo que el enorme impacto que causó en su momento se debió, además de lo grandioso y su belleza arquitectónica, a la relación tan fuerte que tuvo inicialmente con la familia real. Carmen Enciso y Eloísa Navas dijeron a Status que “el hotel es único con sus 171 habitaciones, 25 suites y cuatro suites presidenciales de ensueño”. Ellas escribieron la novela Miramar, que transcurre en torno al alojamiento, y preparan también un ensayo sobre la historia real del emplazamiento.

No olvido que Alfonso XIII y Victoria Eugenia fueron los primeros huéspedes, además que les siguieron miembros de la realeza tanto española como europea acudieron al hotel. Este hecho atrajo al icónico hotel, desde sus comienzos, a un sector de élite de turismo de un nivel hasta entonces desconocido en Málaga y se le otorgó un prestigio que llegó a convertirlo en el barco insignia de la hostelería malagueña. Estoy convencido que lo va a seguir siendo con el actual nuevo Gran Hotel Miramar—Santos—Málaga. Y hasta lel próximo jueves, ¡Abur!