Foto: Reuters El vuelo ET 302 de la línea Ethiopian Airlines se estrelló el domingo pasado cerca de Addis Abeba, en ruta hacia Nairobi, Kenia, minutos después de despegar del Aeropuerto Internacional Bole  

El gigante estadounidense Boeing, el fabricante de aviones más grande del mundo, decidió aterrizar toda su flota del modelo 737 Max, cediendo a la presión de decenas de países y aerolíneas de prohibirlos por las dudas sobre su seguridad, tras el mortal accidente en Etiopía.

 

La compañía afirmó que sigue teniendo “plena confianza” en la seguridad de sus 737 MAX, sin embargo, después de consultar con la Administración Federal de Aviación (FAA) y la Junta Nacional de Seguridad del Transporte (NTSB) de Estados Unidos y sus clientes, decidió la suspensión temporal de toda su flota.

 

“Boeing ha determinado por precaución y para tranquilizar al público volador de la seguridad de la aeronave: seguir la recomendación de la FAA y suspender de manera temporal las operaciones de toda la flota mundial de 371 aeronaves modelo 737 MAX”, subrayó la empresa en un comunicado.

 

Dennis Muilenburg, presidente y director ejecutivo de The Boeing Company, expresó a nombre de todo el equipo de trabajo de la empresa sus más sinceras condolencias a las familias y seres queridos de aquellos que han perdido la vida en los trágicos accidentes aéreos en los que se vieron involucrados sus aviones.

 

“Estamos apoyando este paso proactivo de una gran cantidad de precaución. La seguridad es un valor fundamental en Boeing durante el tiempo que hemos estado construyendo aviones. Y siempre lo será. No hay mayor prioridad para nuestra empresa y nuestra industria”, subrayó Muilenburg.

 

Estamos haciendo todo lo posible para comprender la causa de los accidentes en asociación con los investigadores, implementar “mejoras de seguridad y ayudar a garantizar que esto no vuelva a suceder”, apuntó la declaración, publicada en la página Web del gigante estadounidense.

 

El vuelo ET 302 de la línea Ethiopian Airlines se estrelló el domingo pasado cerca de Addis Abeba, en ruta hacia Nairobi, Kenia, minutos después de despegar del Aeropuerto Internacional Bole de la capital etíope y de que el piloto pidió permiso para regresar, por un problema, que no especificó.

 

La catástrofe es la segunda de un Boeing 737 MAX 8 que ocurre en los últimos meses, después que un avión de la compañía indonesia Lion Air cayó el 29 de octubre pasado en el mar de Java, tras su despegue de Yakarta, provocando la muerte de sus 181 pasajeros y ocho tripulantes.

 

Pese a que no hay aún evidencias sobre si los aviones de pasajeros de ambos accidentes presentaron las mismas fallas antes del siniestro, decenas de países y líneas aéreas de todo el mundo decidieron dejar en tierra los aviones Boeing 737 Max 8 y suspender sus vuelos.

 

Hasta el mediodía del miércoles, dos tercios de los vuelos de los aviones 737 MAX 8 en todo el mundo habían sido suspendidos, pese a las afirmaciones del fabricante estadounidense de que sus aviones son totalmente seguros y su compromiso de revisar el software operativo de toda su flota en servicios.

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