Foto: Reuters La prohibición de entrar al complejo de la mezquita no solo afecta a los laicos, sino también al clero y a las principales figuras religiosas musulmanas  

La policía israelí continuó hoy una agresiva campaña contra los empleados palestinos del Departamento de Dotación, que trabajan en el complejo de la mezquita de Al-Aqsa, en la Ciudad Vieja de Jerusalén, con la detención de otro guardia del recinto sagrado.

 

La agencia palestina de noticias WAFA indicó que la campaña incluye la detención de los guardias del complejo sagrado musulmán, a quienes se imponen altas multas antes de liberarlos bajo fianza, con el fin de mantenerlos lejos de su lugar de trabajo durante semanas o meses.

 

Estos episodios comenzaron después de que los empleados bloquearan hace unas tres semanas los intentos de la policía israelí de cerrar una de las áreas de oración musulmanas del complejo conocida como Bab al-Rahma, y arreciaron la víspera, cuando los agentes desalojaron la Explanada y cerraron la mezquita.

 

Los guardias palestinos del recinto se han enfrentado a los intentos policiales de expulsar a los fieles musulmanes de Bab al-Rahma, y de acuerdo con WAFA, existe la sospecha de que Israel quiera convertir el lugar en un área de oración judía.

 

Esto significaría dividir la Explanada de la Mezquita de Al Aqsa, el tercer lugar más sagrado del Islam, y formaría parte de los esfuerzos de Israel por asumir el control completo de Jerusalén, incluida la parte oriental que corresponde a Palestina.

 

La agencia palestina informó que el guardia Saed Salaymeh fue detenido este miércoles, mientras que su colega Issa Barakat, fue convocado por la policía para ser interrogado, tras impedir el paso a los agentes que entraron al área de oración de Bab al-Rahma y pisaron alfombras de oración con zapatos, un acto considerado una grave falta de respeto y una profanación para el Islam.

 

Salaymeh y Barakat intentaron de evitar el ingreso de la policía, que regresó con órdenes de detención y de interrogatorio contra los dos empleados de la Mezquita.

 

Abogados de los detenidos consideraron que como en casos anteriores, lo más probable es que reciban una orden de mantenerse alejados del complejo por un cierto plazo, como ocurrió con el guardia Mohammad Tineh, detenido la víspera y puesto este miércoles en arresto domiciliario por cinco días con una fianza en efectivo de unos 450 dólares hasta que comparezca ante el tribunal el domingo.

 

La prohibición de entrar al complejo de la mezquita no solo afecta a los laicos, sino también al clero y a las principales figuras religiosas musulmanas.

 

Ante el llamado de grupos judíos ultraortodoxos a sus seguidores para acudir a la mezquita de Al-Aqsa y ocupar el área de Bab al-Rahma, sectores palestinos convocaron a manifestarse en la mezquita mañana jueves para evitar cualquier intento de profanar el lugar sagrado musulmán o cambiar su estatus actual, como área de culto exclusivamente musulmán.

 

DAMG