El Gobierno de Italia interpuso una nueva medida de salud en la que se prohíbe que una escuela o guardería acepte a un menor sin tener vacunas.

 

Los niños menores de seis años deberán presentar su cartilla de vacunación para poder ingresar a las instituciones; mientras que los padres de infantes mayores de seis años deberán pagar una multa de 500 euros si envían a sus hijos sin vacunar.

 

La ley Lorenzin, que lleva el nombre del ministró que la impulsó, se implementó después de que se viera un aumento de casos de niños con sarampión.

 

La norma había previsto esta semana como la fecha límite para acreditar a los padres que sus hijos estaban a corriente de las vacunas.

 

Por su parte, la ministra de Sanidad, Giulia Grillo, resumió está nueva ley con el lema: “No hay vacuna, no hay escuela”.

 

En este país, la taza de vacunación ronda del 80% en los menores, por lo que se pretende llegar al 95%, cifra que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS).

 

Entre las vacunas que deberán presentar los menores para asistir a la escuela se encuentran: la varicela, la poliomelitis, el sarampión, la rubéola y las paperas.

 

Cabe mencionar que hace unos meses, un niño no pudo asistir al colegio tras enfermarse de leucemia, ya que sus compañeros no habían sido vacunados y la situación ponía en riesgo su sistema inmunológico.

dpc