Debido al persistente nivel de hostilidad, expresiones de odio, agresiones físicas y acoso que provoca el bullying homofóbico y transfóbico contra niños y adolescentes en los planteles educativos del país, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) planteó la necesidad de que las autoridades educativas demuestren compromiso político e impulsen programas específicos para el manejo escolar de estas situaciones.

En el marco de la presentación del manual El bullying homofóbico y transfóbico en los centros educativos. Guía de facilitación del taller de sensibilización para su prevención, José Antonio Matus, subdirector del Programa Especial de Sexualidad, Salud y VIH de la CNDH, comentó que se emprendieron acciones para hacer visible el acoso al que pueden ser sometidos los jóvenes de la comunidad LGBTTTI (Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transgéneros, Travestis, Transexuales e Intersexuales).

Explicó que dicho manual fue publicado por la Comisión y elaborado conjuntamente por Democracia y Sexualidad AC, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) y la Fiscalía General de la República.

En su intervención, José Ángel Aguilar, coordinador nacional de la Red Democracia y Sexualidad AC (DEMISEX), manifestó que este trabajo, dirigido a maestros y capacitadores, logró uniformar el lenguaje porque se piloteó en tres países: México, Chile y Guatemala.

Definió el bullying homofóbico y transfóbico como un ultraje moral y una seria violación de los derechos humanos, y señaló que, de acuerdo a estudios de la UNESCO, el fenómeno tiene un impacto mayor que otros tipos de bullying en la deserción escolar.

En tanto, Julia Mancera Suárez, representante del Conapred, recordó que en la Encuesta Nacional sobre Discriminación 2017, 47.8% de las personas transgénero dijo haber tenido en algún momento un pensamiento suicida, mientras que 21.5% refirió haberlo intentado alguna vez.

LEG