Durante la reunión entre líderes de la Unión Europea (UE) y los países de la Liga Árabe, en Egipto, la primera ministra del Reino Unido, Theresa May, reiteró que, una vez que se concrete la salida de la UE, se concentrará en su agenda doméstica: “Fui muy clara en diciembre (…), mi trabajo no es sólo lograr el Brexit; hay también una agenda interna que estoy cumpliendo”.

El comentario llega como respuesta a versiones recientes en la prensa que hablaban de una posible renuncia de May en verano, citando fuentes del propio gobierno.

Sin embargo, esta respuesta no choca con otra de sus declaraciones de ese mismo mes, en las que afirmó no tener intenciones de presentarse a las elecciones generales de 2022. Si bien tal comentario la compromete en algún grado, sobre todo ante sus correligionarios conservadores, el anunciar su intención de dejar el poder para mayo de 2022 la ayudó a sobrevivir dos votaciones de no confianza, una impulsada desde el ala euroescéptica de su partido y otra auspiciada por Jeremy Corbyn y los laboristas.

También desde Egipto, May desató una ola de críticas en Reino Unido debido a que informó su decisión de aplazar hasta el 12 de marzo la votación parlamentaria de un nuevo acuerdo de salida.

El encargado del laborismo para temas del Brexit, el parlamentario Keir Starmer, condenó vía Twitter la postura de May: “Esta decisión de retrasar aún más la votación es el colmo de la irresponsabilidad (…) May está dejando correr el reloj en un intento desesperado para obligar a los parlamentarios a elegir entre su acuerdo o ningún acuerdo”.

Se espera que hoy, tres miembros del gabinete de May: Amber Rudd (Secretaria del Trabajo y Pensiones); Greg Clark (Secretario de Negocios, Energía y Estrategia Industrial) y David Gauke (Secretario de Justicia), apoyen en la Cámara baja una enmienda promovida por la laborista Yvette Cooper y el conservador Oliver Letwin que obligaría al gobierno a solicitar una extensión de tiempo a la UE, invocando el artículo 50 del Tratado de Lisboa, si para mediados de marzo no se ha pactado un nuevo Brexit con Bruselas.

Por su parte, en lo que parece contradecir la postura de May, la Comisión Europea, presidida por Jean-Claude Juncker, comunicó este lunes que espera terminar las negociaciones con RU a más tardar el 21 de marzo, fecha de la próxima cumbre de mandatarios de la UE.

“Se está logrando un buen progreso en los tres flujos de trabajo identificados (…) en la pasada reunión del 20 de febrero”, dice el comunicado, que también reitera entre sus prioridades el arreglo aduanal y migratorio que tendrá la frontera irlandesa.

Frase

“Mi trabajo no es sólo lograr el Brexit; hay también una agenda interna que estoy cumpliendo”
Theresa May
Primera ministra del Reino Unido

 

Tres miembros del gabinete de Theresa May:

*Amber Rudd, Secretaria del Trabajo y Pensiones
*Greg Clark, Secretario de Negocios, Energía y Estrategia Industrial
*David Gauke, Secretario de Justicia

Promoverán en la Cámara baja una enmienda para:

*Obligar al gobierno a solicitar una extensión de tiempo a la UE, si para mediados de marzo no se ha pactado un nuevo Brexit con Bruselas.

LEG