México enfrenta un escenario crítico en materia de conservación de su fauna marina emblemática, y el escenario envía señales de una potencial catástrofe ambiental si se extingue del planeta la vaquita marina (Phocoena sinus), cetáceo endémico mexicano.

Científicos de la UNAM que han realizado diversos trabajos de investigación en el Alto Golfo de California me aseguran que con el cambio de gobierno federal se entró a una etapa de inactividad en los planes de conservación del cetáceo más pequeño del mundo y con ello los riesgos de extinción se elevan, tanto que conservacionistas e investigadores prevén que en 2021 la vaquita marina quede extinta del mundo.

Y ante este vacío en la salvaguarda, tanto pescadores como bandas delictivas (dedicadas a traficar la totoaba, también especie mexicana) se han vuelto a manifestar en estos mares con plena impunidad, tanto que hasta han atacado a la organización ambientalista Sea Shepherd que monitorean los mares.

El biólogo Gerardo Ceballos, investigador del Instituto de Ecología de la UNAM, me informó que recientemente hubo un avistamiento de seis individuos y que esto es un signo para reforzar urgentemente las acciones que eviten la extinción, pues se estima que aún existen 30 ejemplares.
¿Hay negligencia, descuido o ignorancia de las autoridades del gobierno federal?- se le preguntó a Ceballos.

-Lo que estamos viendo en la zona del Alto Golfo de California es que, con el nuevo gobierno federal, no hay un plan o estrategia de salvaguarda. Sigue el tráfico de la totoaba (pez mexicano) y cuya vejiga es conocida como la “cocaína acuática”, y que en el mercado negro chino un kilogramo tiene un precio de 100 mil dólares (pues se considera un potenciador sexual). Las redes que atrapan a la totoaba también capturan a la vaquita marina, la cual entre 2011 y 2016 su población descendió en 90 por ciento. Es absurdo que la gente que es detenida por estas acciones quede libre con sólo pagar 5 mil pesos de fianza. Esto no puede seguir así.

Ante este escenario, los especialistas piden a las autoridades de la Semarnat y de la Secretaría de Agricultura endurecer el programa de eliminación de las redes fantasma en estas aguas, y proponen desarrollar artes de pesca alternativa, reforzar la vigilancia aérea y el monitoreo de las especies en puertos y aguas abiertas.

Aunque Ceballos va más allá y planteó que el gobierno mexicano debe establecer un convenio con China para prohibir el mercado de la totoaba, así como para frenar el tráfico ilegal de madera que se presenta en Calakmul, Campeche, en donde también está la mano de los chinos. “Urge este convenio ya que la flora y fauna están amenazadas”.

Así como el Presidente de la República presentó con bombo y platillo que las Islas Marías dejarán de ser un penal y se transformará en un centro para las artes, la cultura y la promoción al cuidado ambiental, también es el momento de que su gobierno impulse o refuerce el programa de conservación de estas especies emblemáticas de México, pero tal vez con mayor rigor para proteger a la vaquita marina, pues por ahora es el mamífero más amenazado del planeta.

¿Falta voluntad política?, pronto lo sabremos.