El presidente de la Comisión de Cultura y Cinematografía, Sergio Mayer Bretón, afirmó que es fundamental impulsar el precio único del libro para acercar a la población a la lectura y potenciar la industria, ante la disminución del 7.8% de lectores en el país.

 

En entrevista, indicó que de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Lectura 2015, esta actividad es la quinta que práctica la población mexicana, después de ver televisión, realizar un deporte, escuchar música y reunirse con familiares y amigos.

 

Según cifras del Módulo de Lectura del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la población lectora mayor de 18 años decreció de 84.2% en 2015 a 76.4% en 2018, mencionó.

 

En las mesas de trabajo en torno a la “Exención Fiscal y el Precio único del libro”, Mayer Bretón apuntó que integrantes del gremio editorial plantearon que se estableciera un precio único de las publicaciones de 36 meses a partir de la fecha de impresión o reimpresión señalada en el colofón pedimento de exportación.

 

“De aplicarse el precio único sería como un antídoto que beneficiaría a los lectores y librerías grandes e independientes porque las pondría en igualdad de condiciones respecto a los costos de transacción de los libros”, externó.

 

Por ejemplo, dijo, en España, Francia y Reino Unido existen leyes y acuerdos en materia de lectura, libros y bibliotecas para establecer el precio único del libro.

 

Señaló que en 2008 se aprobó la Ley de Fomento para la Lectura y el Libro, en la que se incluyó el precio único del libro, y su reglamento fue publicado dos años después. Sin embargo en la práctica no ha podido llevarse a cabalidad.

 

Resaltó que otra propuesta sustancial es otorgar una tasa cero del Impuesto al Valor Agregado (IVA) desde la producción de los libros hasta su comercialización para impulsar las ventas, en este sentido “la participación del Gobierno es fundamental”.

 

El legislador de Morena enfatizó que la mayoría de los especialistas coincidieron en la necesidad de crear el Estímulo Fiscal A Proyectos de Inversión en Libros (EFILibros) para incentivar e impulsar a la industria, estableciendo requisitos y procedimientos para el otorgamiento de estos créditos.

 

Ello a fin de posibilitar líneas de crédito especiales por parte de la Secretaría de Economía (SE) y otras dependencias gubernamentales para las micro, pequeñas y medianas empresas.

 

“Como legisladores, nuestro compromiso es crear leyes que impulsen políticas públicas que fomenten la lectura y permitan a nuestro país ser competitivo en el mercado editorial nacional e internacional”, enfatizó.

 

Por su parte, el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem), Carlos Anaya Rosique, coincidió en la necesidad de impulsar el precio único del libro para que un ejemplar tenga el mismo valor en todo el país y así, impulsar la industria y la lectura en el país.

 

Puntualizó que la aplicación de la tasa cero del IVA tiene como fin que se devuelva esta prerrogativa desde la producción hasta la comercialización del ejemplar para impulsar esta industria.

 

“En la actualidad los editores tenemos la tasa cero, la cual permite que el IVA que pagamos a los impresores, la renta, luz y todo pueda ser devuelto por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). Sin embargo en la comercialización de los libros está exenta, por eso planteamos que tenga el mismo tratamiento de tasa cero hasta su comercialización”, explicó.

 

Anaya Rosique planteó que este sector requiere de apoyos económicos y financiamientos para su desarrollo y para la construcción de proyectos editoriales.

 

Consideró que se requiere crear una política fiscal para atender las necesidades de la industria, que se ha visto afectada con el paso del tiempo y la tecnología.

 

“Lo que necesitamos, más que una excepción fiscal, es una política fiscal para todo el sector del libro, entendiendo a éste como un proyecto en la industria cultural estratégica. El libro no puede ser tratado como cualquier otro producto”, comentó.

 

Precisó que la industria también necesita de proyectos de promoción de la lectura, escritura, libro, industria y editorial, así como desarrollar una política real de inversión para las bibliotecas, a fin de construir más, fortalecerlas y asignarles recursos para la compra de libros.

 

“No es posible que un país que tiene mil 204 puntos de venta y 600 librerías en dos millones de kilómetros cuadrados, 96 por ciento de los municipios no tengan una librería, eso debe atenderse”, subrayó.

 

Respecto a las bibliotecas, consideró que éstas deben tener recursos para adquirir libros, así como para su proceso natural de descatalogación, construcción y fortalecimiento.

 

“Tenemos bibliotecas extraordinarias y muy grandes como la Vasconcelos o la de México, pero tenemos pequeñas bibliotecas en poblaciones a las que no les llegan los libros. Para qué sirven las bibliotecas si no tienen libros”, cuestionó.

 

La directora general de publicaciones de la Secretaría de Cultura, Marilina Barona del Valle, aseveró que se requiere de políticas públicas que se vinculen con todas las dependencias del Gobierno de México para que las publicaciones puedan circular sin restricciones en las librerías del país.

 

“Necesitamos un abanico de opciones para poder consolidar el libro en el país y para que llegue barato a la gente se necesita una política pública, para llegar a un equilibrio y toda esa cadena se vea beneficiada”, dijo.

 

Barona del Valle detalló que traer un libro de España a México cuesta 30% sobre el valor del libro y a la inversa cuesta 120%, lo cual se vuelve inviable.

dpc