Ser el líder de 53 jugadores y el jefe de toda una organización que agrupa a más de 200 empleados, seguro que no es un tema sencillo para cualquier persona, pero estoy seguro que si tienes 33 años (recién cumplidos), será complicado ganarte el respeto de toda la gente.

Pero si eres el primero que llega a las instalaciones, y el último en irte, estoy seguro que te verán como un hombre trabajador, y si a eso le sumamos que en dos años convertiste a una franquicia que vivía años de sequía, en una que está a las puertas del Trofeo Vince Lombardi, entonces todos te van a ver con mucho respeto, admiración y cariño.

Todo eso, y más cosas es Sean McVay, quien completó una carrera en la Universidad de Miami en Oxford, Ohio, y fue un receptor abierto con cierto talento, pero en realidad no tenía en mente que lo reclutaran para la NFL, pues él ya analizaba el partido como si fuera entrenador.

La energía que transmitió desde el Opening Night fue tal, que toda la prensa lo buscaba a él, y no tanto a los auténticos protagonistas del próximo Super Bowl. Todo el tiempo se portó muy sencillo, y aseguró que tiene un staff de entrenadores que saben más que él.

En realidad todo se trata de ser un gran líder, y eso es lo que transmite McVay. En la hora que pude convivir con todos los Rams, el hombre que más llamó la atención fue el entrenador en jefe. Todo el tiempo estuvo de buen humor, saludó a todos los niños que lo buscaron.

No le teme a nada ni a nadie

Jared Goff cumplió 24 años en octubre, y hoy quiere celebrarlo con un anillo de campeonato en las manos. A pesar de que es 17 años menor que su contraparte de los Patriotas de Nueva Inglaterra, salió muy confiado a su cita con los medios de comunicación, y siempre estuvo seguro en cada una de sus respuestas.

Sabe perfectamente que los Rams no son favoritos, pero no es algo que lo incomode, y entiende que nadie va a ser favorito cuando se trata enfrentar a Tom Brady. Pero ya le enseñó el camino Nick Foles el año pasado, así que tampoco se siente muy preocupado.

Hombre tímido, pero obsesivo del aprendizaje, Goff es muy parecido a su head coach, y están llamados a ser la próxima dinastía de la NFL. Se conocieron desde muy jóvenes, trabajaron en una organización que no pasaba por su mejor momento, y ya le cambiaron la cara, al grado de llevarla al Super Bowl en sólo dos años.

Espero que escuchemos por muchos años más los nombres de Jared Goff y Sean McVay. Además, que no los veamos envueltos en polémicas de balones desinflados, o de robo de señales. Me encantaría que los tengamos muchos años juntos, y triunfando como un ejemplo para la niñez y para el futbol americano.

Cada que llega una nueva estrella a la NFL es momento de replantearse si el cambio generacional está listo, y ahora es la hora de la dupla de coach y quarterback de los Rams. Toda la Liga está pendiente de ellos, y el domingo tienen la oportunidad de mostrarle al mundo que Brady y Belichick ya pasaron a la historia.