Foto: Reuters Ayer se dio a conocer la primera enmienda, y el próximo 29 de enero, tras un debate parlamentario, se espera que los diputados presenten más  

Ante el aparente estancamiento de las negociaciones del Brexit en el Reino Unido, el Partido Laborista ha decidido presentar una serie de enmiendas para garantizar que el país no salga de la Unión Europea (UE) sin un acuerdo aprobado por el Parlamento.

Uno de los puntos incluye someter a votación la realización o no de un segundo referéndum, aspecto que revela el dinámico humor social, ya que, según un estudio de YouGov realizado entre diciembre y enero, 53 por ciento apoya un segundo referéndum para definir el rumbo del Brexit.

Estas enmiendas probablemente sean votadas en el Parlamento el martes 29 de enero, y marcan la primera vez que, públicamente, Jeremy Corbyn admite la vía de una segunda votación.

“Nuestra enmienda permitirá a los parlamentarios votar sobre las opciones para terminar con este punto muerto y evitar un ‘no acuerdo’. Es hora de que el plan alternativo de los Laboristas ocupe un lugar central, que mantenga todas las opciones sobre la mesa, incluida la de un (segundo) voto público”, reiteró el líder opositor en una declaración escrita.

Pero esto no sería sencillo. Como recapitula la agencia Bloomberg, hay siete aspectos que dificultan la organización de otra votación nacional:
Primero, la mayoría parlamentaria a favor no es clara; su organización requiere legislación previa; la definición de la pregunta tomaría tiempo; la potencial reacción de los pro-Brexit; según el gobierno, el ejercicio tardaría por lo menos un año en organizarse; hasta antes de este momento, el laborismo “vendía” la idea de una elección general para destrabar el tema y; por último, May y parte de los conservadores dicen no querer “traicionar” a los 17.4 millones de británicos que votaron por salir de la UE.

En este sentido, la primera ministra reiteró este lunes ante parlamentarios que otro referéndum implicaría “dañar la cohesión social, socavando la fe en la democracia”, pero, al mismo tiempo, no descartó la opción de aplazar la fecha de salida, que hasta ahora se mantiene para el próximo 29 de marzo.

Sobre esta disyuntiva, versiones locales en el Reino Unido hablan de hasta 40 funcionarios del gobierno, incluyendo dos ministros, que contemplan su renuncia si la primera ministra les pide votar contra una ruta de aplazamiento del Brexit que evitaría una salida “sin acuerdo”.

Por otro lado, desde el plano internacional, el secretario general de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), José Ángel Gurría, se mostró preocupado por la aparente inminencia de dicho esquema:
“La incertidumbre es el mayor enemigo del crecimiento (y preocupa que) algunos países están abandonando los valores que mantuvieron unida a Europa”, dijo en el marco del Foro Económico Mundial en Suiza.

El camino se alarga

El proceso para concretar la salida del Reino Unido de la Unión Europea no ha sido fácil ni corto, pero aún hay tramos por delante antes de cerrar el encargo con éxito.

En junio de 2016 Se lleva a cabo el referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la UE. El resultado fue 51.9 contra 48.1 por ciento, la mayoría votó por la salida.

El pasado 15 de enero, el Parlamento rechazó el proyecto de Brexit de Theresa May por 432 votos en contra y 202 a favor. Un día después la primera ministra libró una moción de censura.

Este lunes, el gobierno presentó el llamado ‘Plan B’, al que los legisladores le harán enmiendas.

Ayer se dio a conocer la primera enmienda, y el próximo 29 de enero, tras un debate parlamentario, se espera que los diputados presenten más.

LEG