La Asamblea Nacional de Venezuela no podría sostener por sí misma una fructífera resistencia contra el gobierno del Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, considera el académico Alejandro Motta, Jefe del Departamento de Comunicación Política de la Universidad Panamericana.

Al cuerpo legislativo venezolano tendrían que acompañarlo una oposición nacional bien organizada, el llamado común de la comunidad internacional y la presión social que se expresa en las calles con mantas y consignas.

Si estos factores no convergen o no son contundentes, se corre el riesgo de que los esfuerzos se reviertan y la cuestionada administración actual salga fortalecida de los embates.

¿Hay posibilidades de que la Asamblea Nacional logre quitar del poder a Nicolás Maduro?

La Asamblea en sí misma no podrá. Para que haya un cambio político en Venezuela tienen que converger varios factores. El primer factor es, efectivamente, una Asamblea Nacional y un poder legislativo decidido a decretar que el Presidente se llama Juan Guaidó (titular de la Asamblea Nacional). Al mismo tiempo tiene que aumentar la presión internacional, porque es un factor que ayudaría a que Nicolás Maduro contemple la posibilidad de salir pacíficamente.

Después, la gente tiene que hacer presión en la calle, eso es fundamental y, por último, la unidad de los políticos de oposición. Esos son los cuatro factores más importantes, pero tienen que converger al mismo tiempo para que se pueda dar un cambio político en Venezuela. Tiene que estar todo orquestado, entonces sí creo que puede ser posible un cambio, si falta alguno de esos factores, menos posibilidad hay de un cambio político en Venezuela.

¿Con las condiciones actuales es viable que avance el cambio?

Creo que sí hay oportunidad, pero es complicado que coincidan los cuatro factores mencionados. Ha sido una de las razones por las que en otros momentos el Gobierno de estas crisis ha salido más bien fortalecido. Después de las protestas de 2017, esta es una oportunidad nueva para un cambio político en Venezuela.

¿Qué tipo de presión internacional tiene que darse, económica?

Presión económica, sanciones o cerrar cuentas en el extranjero tiene una efectividad bastante relativa; no creo que ese sea el factor decisivo. La presión internacional tiene que ayudar a que haya un bloqueo en la capacidad que tiene el Gobierno de comercializar de importar o de exportar, porque al final, sin dinero, su capacidad es mucho más limitada.

¿Cómo se espera que responda Maduro?

Él va a intentar legitimarse, por un lado de manera internacional, con Rusia, con China, con Cuba, con los pocos países aliados que le quedan, en la región están Bolivia, Nicaragua, El Salvador.

La situación de México es rara porque el Presidente Andrés Manuel López Obrador envió un representante a la toma de posesión, pero ha sido enfático en que respeta la soberanía.

¿Qué hacer al interior del país?

Lo que le queda a Maduro es abrir un camino para el diálogo, en lo que él ha insistido. En la medida en que él siente a la oposición a una mesa de diálogo, automáticamente le reconocerían la legitimidad del Gobierno, eso le daría a Maduro tiempo para reordenarse, ya lo ha hecho varias veces.

FRASE

México no se sacó la foto, pero tampoco ha condenado, al no meterse actúa distinto a los que sí están plegados, como El Salvador, Bolivia, Nicaragua y Cuba

Desairan a Maduro en Brasilia; Moscú lo respalda

Los presidentes de Argentina, Mauricio Macri; y de Brasil, Jair Bolsonaro, se pronunciaron ayer sobre la confrontación que vive Venezuela entre el Presidente Nicolás Maduro y la Asamblea Nacional.

En Brasilia, durante su primer encuentro como jefes de Estado legitimaron al Parlamento, encabezado por Juan Guaidó, mostrando Macri mayor contundencia en su postura.

“Maduro es un dictador que intenta perpetuarse en el poder mediante elecciones ficticias. Reconocemos a la Asamblea Nacional como la única institución legítima en Venezuela”, asestó.

Bolsonaro destacó el compromiso de ambas naciones “con la defensa de la libertad y la democracia en la región” y puso como ejemplo la “cooperación en la cuestión de Venezuela”.

En contraste, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, lamentó el precoz apoyo que Estados Unidos brindó a la oposición venezolana, luego que el vicepresidente norteamericano, Michael Pence, contactó a Guaidó la víspera para darle su respaldo.

“La llamada parte ‘irreconciliable’ de la oposición se dejó influir desde el exterior, en primer término desde Estados Unidos”, expuso durante una conferencia de prensa en Moscú.

LEG