Foto: Cuartoscuro José Ignacio Martínez Cortés, negó que el país haya dejado de comprar combustible a Estados Unidos desde diciembre pasado  

La estrategia de mover el combustible en pipas en lugar de los ductos destinados para ello es lenta e insegura, coincidieron especialistas consultados por 24 HORAS.

Rubén Salazar, director de Etellekt Consultores, consideró que la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) debe impulsar una política emergente en acuerdo con los gasolineros para que solo se despache a tanques de gasolina y no en bidones o tinacos, para evitar las compras de pánico e incluso gente que aprovecha la crisis para revenderlo.

Explicó que el combate al robo de combustible anunciado por el Gobierno federal se trata de una estrategia histórica centrada por vez primera en desterrar las redes de corrupción al interior de Pemex, y es la primera vez que un Presidente tiene el valor de reconocer el volumen robado de combustibles vía la ordeña ilegal.

Sin embargo, Salazar resaltó que el Gobierno entró a un callejón sin salida con el plan contra el huachicoleo y cuenta con dos salidas: una de ellas sería reemplazar por completo la logística de ductos a pipas, lo cual representa un método más costoso, lento e inseguro.

“Representa mayor desgaste tanto en la vida útil de los autotanques como de las propias carreteras. Considero que ese sistema debe ser transitorio o representará más costos, incluso paradójicamente y contrario a la visión estatista de Andrés Manuel López Obrador, pues representaría privatizar el sector logístico, al tener que recurrir a empresas transportistas privadas en lo que respecta a la transportación de combustibles”, expresó.

El consultor manifestó que la segunda salida sería reabrir los ductos, lo cual significaría la primera batalla perdida del nuevo Gobierno, puesto que aún se requiere reforzar la seguridad de los mismos: “Pienso que debieron empezar por lo segundo. Para evitar los problemas de desabasto”.

Por su parte, el coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Ignacio Martínez Cortés, negó que el país haya dejado de comprar combustible a Estados Unidos desde diciembre pasado.

Afirmó que existen contratos firmados con antelación y México no puede cancelar la compra de un día para otro:“México renovó los contratos a principios de diciembre, entonces no hay reducción en la adquisición de combustibles” aseguró.

Explicó que la crisis que se padece en algunos estados del país, por un lento abastecimiento, demuestra que el suministro vía pipas, “es pésimo (…), esperemos que nunca suceda, pero si hay un siniestro (en los ductos) el país colapsa”, tomando en consideración que el centro neurálgico de distribución de gasolina está entre Puebla y Guanajuato.

No obstante, advirtió que ante la apreciación del peso mexicano frente al dólar, el incremento en el precio del crudo a escala internacional, el posible anuncio de la Reserva Federal a finales de enero de que mantiene sus tasas de interés y los dos mil 500 millones de pesos que han ingresado al erario por el combate al robo de combustible, crean las condiciones para que el precio de la gasolina baje sin que se reduzca el Impuesto Especial, hasta en dos pesos por litro.

LEG