En el mundo vamos avanzando y, de pronto, retrocedemos un milenio. Siempre escuchamos el concepto de: YO SOY OPEN MIND que, se supone, da paso a aceptar las preferencias sexuales de los demás en un lugar donde no deberíamos juzgar ni criticar a los que viven la sexualidad a su antojo; pero sigue siendo noticia cuando algún famoso que no ha dicho abiertamente que es gay, bisexual, lesbiana o transgénero, de pronto es balconeado por una revista o algún medio y muchos se soprenden.
No creo que debamos presentarnos y, al mismo tiempo, explicar si nos gusta acostarnos con hombres, mujeres o con todos, eso es parte de la privacidad de cada ser humano, mientras ellos estén de acuerdo y no lastimen a nadie, a los demás no debería de importarnos.

Esta semana apareció en una revista que Pablo Perroni terminó su matrimonio con Mariana Garza porque le era infiel con otros hombres y empezó el escándalo. Ellos con toda la tranquilidad ofrecieron una conferencia de prensa para hablar de la obra Happy (que, por cierto, nadie habló de ella) y aprovecharon para hablar del tema de la semana, sin caras, ni aspavientos, Pablo declaró que él se enamora de la persona y no importa si es hombre o mujer. Durante 12 años estuvo enamorado de Mariana y hasta decidieron tener una hija, pero él no actuó mal porque se lo dijo a su mujer y ella lo aceptó así. Aseguran que su hija María no tiene ningún problema y ya sabe que sus papás están separados y acude a terapia para curar sus heridas.

Con elegancia salieron adelante, respondieron todos los cuestionamientos y hablaron con la verdad. Bien podrían haber dicho que era un invento de la revista y que era falso, pero Pablo aceptó públicamente que es bisexual y pidió comprensión; aseguró que le parece increíble que esas noticias sigan siendo un tema relevante, porque no debería ni de ponerse a discusión. El actor nunca ha negado sus preferencias, pero comentó que tampoco es materia de análisis; le duele que la sociedad aún siga siendo conservadora y exista la discriminación.
Mariana lo apoya y asegura que son amigos y se llevan muy bien por el bien de la hija que tienen en común, además del negocio que tienen juntos, ya que seguirán administrando en pareja el Teatro Milán, puesto que son socios.

Pablo y Mariana pusieron un buen ejemplo, ante una situación incómoda, triste y dolorosa, pues nadie tiene porqué salir a ventilar sus intimidades. Ellos no cancelaron la conferencia, decidieron dar la cara y hablar de frente, con esto se pone punto final a las especulaciones; aunque por algunas semanas les seguirán preguntando por este asunto, sin embargo en breve quedará en el olvido. Tal como sucedió con Montserrat Oliver, una vez que ella empezó a mostrar a su novia y dejó de esconderse, con naturalidad empezó a hablar del tema y los medios hablan libremente de la pareja de Montserrat: Yaya Kosikova y así nadie queda impactado, es algo que ya se sabe y cuando acaba el misterio, no hay nada que perseguir.
Hay más…, pero hasta ahí les cuento.