Foto: Especial Los experimentos, que dieron como resultado un material resistente, flexible y ecológico, fueron hechos con cáscaras de piña, plátano y naranjas  

La tendencia vegana ha llegado a los productos que normalmente vienen del ganado, como el cuero. La ideología de vestir con ética y sin causarle dolor a los animales o, incluso, la muerte orilló a diseñadores industriales a probar con nuevos materiales, más sustentables y libres de crueldad.

Los experimentos, que dieron como resultado un material resistente, flexible y ecológico, fueron hechos con cáscaras de piña, plátano y naranjas.

Con piña

Carmen Hijosa, una australiana de 66 años, dejó todo para crear textiles a partir de la cáscara de plátano. Carmen se graduó en diseño textil en Dublín y se especializó en fibras naturales; después viajó a Filipinas, donde esta práctica tiene 400 años de formar parte de la cultura del país para crear prendas artesanales.

La investigación de la marca le llevó 10 años y, ya que procede de un elemento de desecho, no causa impacto ecológico. Las fibras se hacen a partir de las hojas de la piña, mismas que el agricultor dejaría pudrir o quemar, con esto, se podría disminuir la huella de carbono en el planeta. En el proceso de extracción de fibras apenas se utiliza agua y, una vez obtenidas, el bagazo que queda como desecho del desecho se puede utilizar como fertilizante.

Piñatex le da trabajo a muchos filipinos que se dedican a la recolecta y secado de las fibras. Además, Hijosa creo una startup, Ananas Anam, con 15 empleados para comercializar metros de Piñatex a diferentes marcas dentro e la industria de la moda; desde marcas como Hugo Boss hasta firmas veganas como Bourgeois ­Boheme.

Con naranja

Monstruos internacionales del tamaño de Salvatore Ferragamo están utilizando textiles hechos a base del cítrico estrella: la naranja. Orange Fiber es una patente italiana que produce telas gracias a las cáscaras de las frutas cítricas que son botadas.

Esta otra de las oportunidades que se encontraron en los desechos de la industria alimenticia; ya que Orange fiber produce a partir de los cientos de miles de toneladas de un subproducto que la industria procesadora de cítricos produce cada año y que de otra manera serían tirados al basurero, con costos para la industria de cítricos y el medio ambiente.

La tela es te la más alta calidad y con ella de creo una exclusiva línea de ropa entre el diseñador Mario Trimarchi y Salvatore Ferragamo.

Con plátano

A la fibra de plátano, también se le conoce como fibra de musa y es una de las fibras naturales con mayor resistencia en el mundo. ¿Cómo se hace? Se hace del tallo del árbol del plátano y está compuesta por celulosa, hemicelulosas y lignina; es totalmente biodegradable. El producto que se talla del árbol da como resultado un tejido celular de pared gruesa y unida entre sí por gomas naturales.

Es similar a la fibra del bambú, con la que también se fabrican textiles, son tan suaves que se usan en productos para bebé; la caracteriza su capacidad de la rotación, finura y resistencia a la tracción.

Los textiles del plátano se pueden hacer o más gruesos o más delgados dependiendo de qué tan homdo se rasque en el tallo del árbol.
Se utiliza para hacer desde bolsas de té hasta papel vegano, ya que no se daña el medio ambiente por ser un desecho.

Lo bueno

Todos los productos textiles veganos prometen resistencia, flexibilidad y buen estilo. Además, son prendas totalmente libre de explotación animal; para realizar las prendas nadie tuvo que morir.

Lo malo

Algunas prendas elevan demasiado sus precios en comparación con el cuero de bovino. Una chamarra hecha con Piñatex cuesta al rededor de 800 dólares, apróximadamente 15 mil pesos.

LEG