CARACAS.- El presidente venezolano, Nicolás Maduro, pidió hoy a la Unión Europea (UE) el cese de las “agresiones” contra su Gobierno, cuyo segundo período de 6 años inició esta misma jornada, al tiempo que acusó a los líderes europeos de “intolerancia” y “racismo”.

 

“Párate ahí, Europa, basta de agresiones contra Venezuela. Unión Europea, respeta a Venezuela. Unión Europea o la historia te cobrará esta deuda”, dijo Maduro durante su acto de investidura ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) en Caracas.

 

La UE, crítica con la Administración de Maduro, lamentó hoy a través de la jefa de su diplomacia, Federica Mogherini, que el gobernante venezolano iniciara un nuevo período luego de ganar unas elecciones “no democráticas”.

 

Maduro se impuso con amplio margen en los comicios de mayo pasado, a los que no se presentó el grueso de la oposición por considerarlos fraudulentos y estar presos o inhabilitados sus principales dirigentes.

 

En ese sentido, la UE reiteró hoy en un comunicado que esas elecciones “no fueron ni libres ni justas”, por lo que sus resultados carecen de “credibilidad”.

 

Pero Maduro consideró hoy que estas posturas denotan “intolerancia” y “racismo”, dos acusaciones que suele lanzar contra los dirigentes del bloque europeo.

 

“No vengas otra vez con tu viejo colonialismo, no vengas otra vez con tus viejas agresiones, no vengas otra vez, vieja Europa, con tu viejo racismo, ya fue bastante lo que nos hicieron, ya fue bastante el esclavismo, el saqueo, que nos hicieron durante 500 años”, añadió.

 

Además, el mandatario venezolano aseguró que cuenta con el apoyo de “los pueblos, los movimientos sociales (y) los movimientos sindicales” de Europa, y que los empresarios más importantes de ese continente están llegando como “una ola” a invertir en su país, que atraviesa una severa crisis económica y de migración.

 

La legitimidad del segundo mandato de Maduro ha sido cuestionada por la oposición venezolana y numerosos Gobiernos extranjeros que no reconocen los resultados de las elecciones de mayo pasado en las que el jefe de Estado fue reelegido con cerca del 70% de los votos.

 

Por estas razones, la mayoría de los países de Latinoamérica no envió ningún representante a la toma de posesión, igual que lo hicieron Estados Unidos y la Unión Europea.

dpc