Foto: Reuters Según el Centro de Investigación Económica y Social, de enero a septiembre, la actividad económica mundial continuó con su proceso de expansión, pero el ritmo fue más lento de lo esperado en meses anteriores  

Bogotá.- Las turbulencias financieras recientes que afectaron principalmente a las economías emergentes, sumado a las crecientes tensiones comerciales, sirvieron como factores predominantes para que el FMI revisara a la baja la proyección de crecimiento de la región para un 2,2 por ciento en 2019, señaló Fedesarrollo.

 

Según el Centro de Investigación Económica y Social (Fedesarrollo), de enero a septiembre, la actividad económica mundial continuó con su proceso de expansión, pero el ritmo fue más lento de lo esperado en meses anteriores.

 

El crecimiento económico mundial- según el análisis de Fedesarrollo- fue jalonado principalmente por el buen desempeño de la economía Estado Unidos y contrarrestado por “las pobres cifras de crecimiento de los países de la zona euro”.

 

El actual contexto internacional se ha caracterizado por la reducción en los precios del petróleo, las caídas en algunos de los índices de los mercados financieros y el incremento en la volatilidad de los mercados.

 

A estos factores “se han sumado a la profundización de algunos de los riesgos para el crecimiento global mencionados en la edición anterior de Prospectiva, como las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, el fortalecimiento del dólar y la normalización de la política monetaria de la Reserva Federal que han presionado las monedas de varias economías emergentes”.

 

El fortalecimiento de estos riesgos llevó al FMI a revisar “a la baja sus pronósticos de crecimiento mundial para 2018 y 2019 en 0,2 puntos porcentuales situándola en 3,7 por ciento para ambos años”.

 

Para este año, el menor pronóstico de crecimiento se fundamenta en menores expectativas de actividad productiva para la Zona Euro (-0,2 pps) y América Latina y el Caribe (-0,4 pps), que a su vez se explica por las pobres dinámicas de las economías de Brasil, Argentina y en menor medida México.

 

En el tercer trimestre de 2018 el crecimiento anualizado de la economía estadounidense fue 3,5 por ciento, una “tasa de crecimiento es inferior a la registrada en el segundo trimestre del año, pero continúa reforzando el buen desempeño de la economía estadounidense”, subrayó Fedesarrollo.

 

A su vez, el crecimiento trimestral anual de la economía norteamericana fue de 3,0 por ciento con lo cual la economía completó nueve trimestres de aceleración.

 

Este resultado se explicó por “el mejor desempeño del consumo de los hogares, de la inversión privada, y del consumo del gobierno, que fue contrarrestado por el desempeño negativo de las exportaciones y la buena dinámica de las importaciones”.

 

“El desempeño negativo de las exportaciones, que hasta el segundo trimestre venia presentando contribuciones positivas, está relacionado con las tensiones comerciales y el debilitamiento de la demanda externa”, conceptualizó Fedesarroll.

 

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