Foto: Cuartoscuro / Archivo La permanencia en lugares públicos y concurridos incrementa el riesgo de contagio de ciertos males  

En temporadas vacacionales, cada vez es más común ver brotes de enfermedades prevenibles con la vacunación como el sarampión, paperas, varicela, entre otras, y es que la globalización permite viajar de un país a otro y la convivencia directa entre las personas en cuestión de horas.

 

Esta cercanía entre la población incluye ciertos riesgos para la salud mundial, los cuales pueden disminuirse e incluso eliminarse si se toman medidas preventivas.

 

La varicela, afección considerada común de la infancia es causada por el virus de la varicela zóster y tiene un elevado nivel de contagio, ya que la transmisión puede ser a través de las secreciones respiratorias.

 

El virus puede viajar hasta 20 metros, y otra forma de adquirirlo es el contacto con las ampollas que caracterizan a esta enfermedad, destacó Sarbelio Moreno Espinosa, jefe del Departamento de Infectología del Hospital Infantil de México de la Secretaría de Salud.

 

El infectólogo pediatra, mencionó que los síntomas se pueden presentar de siete a 21 días después de estar en contacto con el portador del virus, aunque la persona enferma de varicela puede transmitirla desde uno o dos días antes de que brote el sarpullido.

 

De igual forma, aun cuando todas las ampollas hallan formado costras, el padecimiento puede contagiarse, periodo que, por lo general tarda entre cinco y siete días.

 

La varicela es más grave cuando se presenta en bebés menores de 1 año, adolescentes, adultos, mujeres embarazadas y personas con enfermedades como diabetes, hipertensión, patologías que generan inmunocompromiso y otras, apuntó el especialista.

 

La permanencia en lugares públicos y concurridos incrementa el riesgo de contagio de ciertos males, pues se han tenido casos de transmisión en aeropuertos, parques de diversiones o salones de clases.

 

La vacuna es la mejor forma de inmunización para las personas de todas las edades, por lo que es importante completar el esquema de vacunación de niños, jóvenes y adultos mayores; y de esta manera, prevenir contagios masivos que pongan en riesgo la salud pública.

 

 

jhs