La reducción de salarios a los altos funcionarios federales aportará la redistribución de recursos para financiar prioridades que tendrán efectos positivos en mayor número de la población, aunque podría llevar implicaciones laborales, entre otros efectos legales, expuso Violeta Rodríguez del Villar, del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM.

La especialista indicó que la reducción de salarios a funcionarios no provocará efectos catastróficos a nivel macroeconómico.

Alertó que esta reducción salarial podría tener implicaciones laborales, porque no es legal y abre la posibilidad de que el gobierno enfrente demandas por parte de los afectados, además de los efectos que esto pudiera provocar en la dinámica y calidad de trabajo del sistema administrativo federal.

“El desorden en el gobierno va más allá de respetar jerarquías o de que éstas se asocien al salario. Seguramente ya se previeron las posibles demandas y amparos, así que dependerá del sistema de justicia mexicano determinar si pueden evitarse o no”, señaló a través de un comunicado.

Rodríguez del Villar dijo que el principal argumento para mantener sus remuneraciones ostentosas es desalentar la corrupción y mantener un orden de jerarquías, que permita una administración más eficiente, precisamente porque la jerarquía se determina en términos de salarios, más que de capacidades”, agregó.

“Pero éste es sólo un enfoque y en México siempre ha sido incierto, pues, aunque tengan garantizado un salario alto, caen en actos ilícitos. El salario no es entonces un estímulo suficiente para evitar la corrupción”, concluyó.

gac