Foto: Reuters / Archivo En una jornada que comenzó marcada por rumores sobre la posible renuncia del jefe de Gabinete, John Kelly, Trump evitó responder a las preguntas de los periodistas sobre ese asunto  

El presiente Donald Trump anunció hoy dos nuevos cambios en su Gobierno con la nominación del veterano ex fiscal general William Barr para volver a ocupar ese cargo y de la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert, como nueva embajadora ante la ONU.

Fiel a su estilo directo, el mandatario informó de los cambios en una breve pero intensa comparecencia ante los medios, instantes antes de partir rumbo a Misuri, para participar en una conferencia sobre seguridad vecinal.

En una jornada que comenzó marcada por rumores sobre la posible renuncia del jefe de Gabinete, John Kelly, Trump evitó responder a las preguntas de los periodistas sobre ese asunto y se limitó a anunciar los cambios en su gabinete que, según dijo, continuarán este sábado en el “ámbito militar”.

Los dos “muy grandes cambios” confirmados hoy por el mandatario, no obstante, fueron los de Barr y Nauert, que en caso de resultar confirmados por el Senado ocuparán sendos puestos sobre los que se venía especulando desde hace semanas.

Esta remodelación del Gobierno comenzó a esbozarse el pasado 7 de noviembre, apenas un día después de las elecciones legislativas, cuando el hasta entonces fiscal general, Jeff Sessions, presentó su renuncia a petición del gobernante y el propio presidente anunció que estaba considerando nombres “para varios cargos”.

Tras el despido de Sessions, el presidente nombró de manera interina para liderar el Departamento de Justicia a Matthew Whitaker, jefe de gabinete del fiscal general saliente, sin embargo, algunas declaraciones que hizo en el pasado abogando por poner fin a la investigación de la llamada trama rusa que se cierne sobre la Casa Blanca, dificultaban sobremanera su nombramiento.

Hoy Trump salió al paso de este aparente revés al asegurar que “siempre” abogó por Barr para dirigir la cartera de Justicia.

“Era mi primera opción desde el primer día”, aseguró el mandatario a los periodistas en la Casa Blanca antes de partir hacia la ciudad de Kansas.

El mandatario se mostró convencido de que la trayectoria de Barr, de 68 años y que ya ostentó el cargo entre 1991 y 1993, bajo la presidencia de George H.W. Bush, posibilitará que su confirmación por parte del Senado vaya “muy rápido”.

El veterano funcionario deberá lidiar con la investigación del fiscal especial Robert Mueller sobre la supuesta coordinación entre la campaña del presidente y el Kremlin en los comicios de 2016, sin lugar a dudas uno de los asuntos más espinosos de la actual presidencia.

Más dificultades podría afrontar Nauert durante su proceso de confirmación.

La portavoz, de 48 años, llegó al Departamento de Estado de la mano del exsecretario Rex Tillerson en abril de 2017, y desde abril de este año también ejerció como subsecretaria para Asuntos Públicos.

Sin embargo, antes de incorporarse a la Administración, la todavía portavoz trabajó durante años como periodista para los canales Fox y ABC, y anteriormente se desempeñó como consultora en temas de salud.

Trump restó hoy importancia a su falta de experiencia política al considerar que Nauert “tiene mucho talento, es lista y espabilada” y encomió su “gran trabajo” en la cartera de Exteriores, donde se había convertido en una de las principales colaboradoras del secretario de Estado, Mike Pompeo.

El próximo cambio de Gobierno, que según desveló el propio Trump podría anunciarse este sábado, afectaría directamente al Pentágono.

Las palabras de Trump indican que el afectado será el jefe del Estado Mayor Conjunto de EU, Joseph Dunford.

La salida de Dunford podría conllevar un significativo seísmo en los pasillos del Pentágono, puesto que el general es la mano derecha del secretario de Defensa, James Mattis.

A primera hora del día, cuando el ciclo informativo aún estaba centrado en la posible renuncia de Kelly, el diario The New York Times aseguraba, citando a varias fuentes del Gobierno, que el presidente no se veía “capaz” de despedir a “un general de cuatro estrellas retirado”.

El dilema ahora parece extrapolarse al secretario de Defensa y también general retirado, que tras meses de enfrentamientos velados con el comandante en jefe -quien llegó a referirse a él como “una especie de demócrata”- podría ahora decidir abandonar voluntariamente su puesto ante la salida de su hombre de confianza.

 

jhs