-Le tiene miedo a los aviones -dicen en el entorno familiar.

Nada extraño, pues quienes viajan por vía aérea sólo tienen una certidumbre:
-Ninguno se queda en el aire. Todos caen.

Pero ésa no es la razón del tema de hoy.

Hoy hay varios asuntos, y uno de ellos es la venta del José María Morelos y Pavón, un Boeing 787-8 de casi tres mil millones de pesos y “que no lo tienen ni Obama ni Trump”.

El Dreamliner, con matrícula XC-MEX, fue actor de primerísima línea en la campaña presidencial pasada porque así lo decidió Andrés Manuel López Obrador.

Fue una veta política usada por él para reflejar la imagen de potentados de los Presidentes mexicanos y simbolizar su propia austeridad con la venta.
Cuando vio los dividendos mediáticos, también aludió al avión entregado a la Defensa Nacional (Sedena) y usado por su ex titular, Salvador Cienfuegos.

Ahora se revisa si también se pondrá en subasta o si lo utilizará el nuevo general secretario, Luis Crescencio Sandoval González.

LOS CONFIDENTES ALARMADOS

La promesa general es dejar al Gobierno sin aviones oficiales.

Fue muy enfático en su discurso de toma de posesión.

Y aunque ha encontrado muchas resistencias, no los ha escuchado, como tampoco ha accedido todavía a otros dos asuntos fundamentales, uno para el país y otro para él y para México.

Se niega a diseñar un equipo de seguridad más confiable, numeroso y profesional, pero el reclamo sigue con los suyos.

El tercero, mediáticamente zanjado, pero legal y comercialmente en el aire, es el aeropuerto de Texcoco, obra insignia de Enrique Peña.

Son tres temas de análisis cotidiano con su gente.

¿Quiénes son sus confidentes?

Apenas cuatro:
Obviamente su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller, quien lo acompañará en gran parte de los actos oficiales sin descuidar profesión y familia.
Su hijo Andrés Manuel López Beltrán, el famoso Andy, a quien buscan todos los políticos interesados en acceder a su padre.

César Yáñez, coordinador general de Política y Gobierno de la Presidencia de la República y cuya relación sigue intacta tras su polémica boda.

Y Julio Scherer García, jurídico de la Presidencia y por cuyo filtro pasarán las principales medidas tanto de Gobierno como legislativas.

Ninguno de ellos ha podido hacerlo cambiar de opinión en los temas referidos.

PENCHYNA SALVA AL INFONAVIT

1. A propósito de Texcoco:
Pocos sabemos en qué terminará por los titubeos del nuevo Gobierno y las demandas en ciernes, sobre todo internacionales.

Pero hay un dato:
Las Afore (Inbursa, Pensionissste, Profuturo, XXI-Banorte) invirtieron 13 mil 500 millones de pesos en bonos para financiar la construcción del aeropuerto de Texcoco.

Pero alguien se resistió.
Fue David Penchyna, director del Infonavit.
-No tengo derecho a poner en riesgo el capital de los derechohabientes -contestó cuando le regatearon cifras: siete mil 500 millones, cinco mil, mil 500…

Están a salvo, y a ver qué hace el nuevo Gobierno con eso y todas las reservas técnicas.

2. Ahora viene la instalación de comités estatales por la paz en todos los estados.
El primero fue en San Luis Potosí con el gobernador Juan Manuel Carreras, acompañado del representante federal Gabino Morales.

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