Foto: Daniel Perales La entrega del bastón de mando significa el respeto de los pueblos originarios al presidente de México, y de éste a ellos  

Representantes de los 68 pueblos indígenas mexicanos entregaron hoy el bastón de mando de sus comunidades al nuevo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en un ceremonia llena de misticismo en pleno Zócalo de Ciudad de México, la plaza pública más importante del país.

En la ceremonia se realizó un ritual de purificación en el que López Obrador recibió un crucifijo de los representantes de los pueblos indígenas y se arrodilló para recibirlo, antes más de 120.000 personas reunidas en la explanada.

“Reciba de nuestras manos y a nombre de nuestros pueblos este símbolo que lo guiará, y recuerde que los pueblos indígenas le entregamos nuestra confianza y nuestro compromiso”, dijo Carmen Santiago Alonso, representante de los pueblos originarios.

“Venimos, con todo respeto y responsabilidad, a depositar en sus manos el bastón de mando que servirá a usted para mandar obedeciendo”, agregó.

Dijo que los pueblos tienen sus esperanzas puestas en que “México vivirá a partir de hoy una transformación” en la que 68 pueblos indígenas y el pueblo afromexicano estarán incluidos.

Señalaron que el bastón es el símbolo con el que conducirá al pueblo y le pidieron ser tomados en cuenta en los planes que su administración emprenda en los próximos seis años.

La representante señaló que el bastón, tallado en madera de cedro, fue elaborado en el pueblo mixteco de Ayutla en el estado de Guerrero y consagrado este día a las cinco de la mañana en un centro ceremonial “que guarda la sabiduría de nuestros ancestros”.

Tras recibir el bastón y culminar el discurso de los representantes, la multitud congregada en el lugar, a manera de apoyo, gritó a los indígenas “¡No están solos, no están solos!”.

Durante la ceremonia indígena, el nuevo presidente de México fue el protagonista de un ritual de purificación por parte de dos “médicos tradicionales”

“Le pedimos respetuosamente que nos permita hacerle un ritual de purificación para que todos sus deseos se concreten”, dijo uno de ellos.

La ceremonia tuvo un momento emotivo cuando en medio de lamentos y sollozos uno de los médicos tradicionales hizo una especie de rezo en su lengua, lo que provocó que López Obrador se arrodillara para, en ese momento, recibir un crucifijo tallado en madera.

La esposa del nuevo presidente, Beatriz Gutiérrez, también formó parte del ritual, en el que los médicos pidieron a la multitud repetir oraciones indígenas.

La entrega del bastón de mando significa el respeto de los pueblos originarios al presidente de México, y de éste a ellos.

La ceremonia formó parte de la jornada en que López Obrador obtuvo el cargo como nuevo presidente de México para el periodo 2018-2024.

LEG