Un líder realizó varias giras alrededor del país con el fin de organizar un partido político y contender por la Presidencia. ¿Quién? Pues Francisco I. Madero hace más de 100 años, mecha que encendió la pólvora. Ahora, además de efeméride, cada 20 de noviembre se hace un acto donde se asciende y condecora, según la Ley de Ascensos y Recompensas del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos (2003).

Por ascenso se entiende el acto de mando mediante el cual es conferido al militar un grado superior en el orden jerárquico dentro de la escala que fija la Ley Orgánica. Y por recompensas se entienden las condecoraciones, menciones honoríficas, distinciones y citaciones que se otorgan a las personas civiles o militares, unidades o dependencias del Ejército y Fuerza Aérea, para premiar su heroísmo, capacidad profesional, servicios a la patria o demás hechos meritorios. Y lo comento porque este martes 20 de noviembre se realizó la ceremonia anual de ascenso de militares en Campo Marte y llegué puntual a la cita.

El ascenso de los generales, jefes y oficiales del Ejército y Fuerza Aérea es facultad exclusiva del Presidente de la República; y puede hacerse en tiempo de paz y en tiempo de guerra, según el tiempo de servicio, el tiempo en el grado, la buena conducta militar y civil, la buena salud, la aprobación en los cursos, la aptitud profesional y la capacidad física, entre otros, según el grado al que se aspire y el contexto nacional.

En el capítulo de las condecoraciones, además del valor heroico, mérito militar, mérito deportivo, etcétera, sobresalen el mérito en la Campaña contra el Narcotráfico y la distinción militar.

En este último evento oficial del presidente Enrique Peña Nieto, Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas aún por unos días, se hizo acompañar por su gabinete y el próximo secretario de la Defensa Nacional, el general Luis Crescencio Sandoval González. En el acto protocolario tomaron la palabra el general secretario Salvador Cienfuegos Cepeda, de la Defensa Nacional, y el almirante secretario Vidal Francisco Soberón Sanz, ambos enalteciendo los méritos de quienes salvaguardan nuestra soberanía nacional y recordando el capítulo de nuestra historia que se inauguró el 20 de noviembre de 1910 con un conflicto armado.

Se hizo despliegue del personal uniformado que nos sorprendió con su disciplina marcial frente a distintos vehículos de guerra, que al final se aprovecharon para fotos y selfies. En dicho evento se ascendió a general de división a nombres ya conocidos: el general José Luis Sánchez León, a quien la revista Proceso dio el mote del antihéroe y quien desde el pasado mes de agosto comanda la VI Región Militar con sede en Veracruz; al general Jens Pedro Lohmann Iturburu, quien ocupó el cargo que el general Luis Crescencio Sandoval dejó en la IV Zona Militar; al general Salvador Gutiérrez Plascencia, quien ocupa cargo en la Oficialía Mayor de la Secretaría de la Defensa Nacional desde 2014; al general Rogelio Armando Patiño Canchola, quien se ha desempeñado como director general del Registro Federal de Armas de Fuego y Control de Explosivos dentro de la Sedena; al general Adelfo Castillo López, quien ha sido comandante de la XXVII Zona Militar en Pie de la Cuesta, Guerrero, y desde diciembre pasado como comandante de la VIII Zona Militar, que depende de la cuarta región militar que mandaba hasta hace poco el general Luis Crescencio Sandoval; y al general Víctor Hugo Aguirre Serna, rector de la Universidad del Ejército y Fuerza Aérea; además de otros ascensos en distintos grados.

El presidente Enrique Peña Nieto cerró el evento aseverando que la lucha revolucionaria no fue política, sino social. Entonamos todos el Himno del Ejército que se encontraba en los folletos distribuidos en los lugares y nuestro Himno Nacional. No faltó la confusión permanente de si hacemos el saludo a la bandera, o no lo hacemos, cuándo lo hacemos y hasta cuándo, ya que no hubo escolta marchando con la bandera, pero al fondo ondeaban ocho banderas de México afiladas, además de la gigantesca asta bandera de Campo Marte.

Fui testigo de que todas esas mujeres y hombres que sirven a nuestra patria exponiendo sus vidas también tienen hijas, hijos, hermanas, hermanos, madres, padres, amigos y parientes, quienes no dejaban de tomarles fotos, y al final abrazarlos, besarlos y fotografiarse, vestidos todos de gala, pero más engalanados sus corazones por los ascensos y distinciones. ¡Vaya que gana la emoción de ver tanto servicio por convicción!