Un premio bien merecido recibió el arquitecto Diego Matthai en Les Moustaches. Este columnista le entregó La Excelencia Universal por su trayectoria artística en un evento privado de 50 personas. Su trayectoria no sólo se basa en arquitectura, sino en diseño industrial y arte. Se caracteriza por estar siempre a la vanguardia, innovando y diseñando elementos trascendentales, como lo ha sido “La Silla México”, “La Cárcel de la Esfera”, “Monte Cáucaso” o “Casa Paseo de la Reforma”. Como diseñador y artista ha diseñado esculturas monumentales y urbanas, así como también murales. No se me olvida que ha incursionado en joyería, vestuario, escenografía de teatro, etcétera.

Ha tenido 20 exposiciones individuales de sus obras de arte, tanto en México como en el extranjero, y ha participado en más de 150 exposiciones colectivas en todo el mundo. Ha producido más de 1.500 obras de arte y más de 600 proyectos. Y aunque no le han otorgado el premio Pritzker (Oscar de la Arquitectura), no olvidó su férrea amistad con Mathías Goeritz, y los arquitectos Legorreta, Luis Barragán, Alfonso López Báez, entre otros, y su admiración por el controvertido –como el mismísimo Matthai– Pedro Friedeberg. Volviendo a la Excelencia Universal, se entrega por lo que han realizado personajes en áreas que benefician el saber humano.

Este premio lo instituyó René Cassin, Premio Nóbel de la Paz. Entre los asistentes a Les Moustaches pude ver a Raquel Bessudo, Viviana Corcuera, Martín Olavarrieta, Sandy Sandoval y Paty Guzmán; Manrique Larios y Erika Morán; Luis Carlos Otero Pesado y Margarita Sekeiros; Pepe Roquero De Teresa, Carmen Parra, Agustín Diener y Gaby Barrón, Fernanda Lasso, Enrique y Martha Sánchez; y muchos más. ¡Cómo olvidar a un ser humano que conozco hace más de 50 años y que me inspiró a escribir mi primer artículo en Excélsior!

Notas al vapor

Dos personajes nos dejaron la semana pasada. Uno, Fernando del Paso, excelentes obras suyas las de “Noticias del Imperio”, “Palinuro de México” y José Trigo, además de sus ocurrencias, y vasto dominio de cuatro idiomas, y su forma colorida en el vestir. Por su parte, la voz monumental del bolero, el chileno—mexicano Lucho Gatica, que triunfó en Sudamérica, México, Estados Unidos y otros lugares, cantaba melodías flexibles. Dominaba el “rubato” que le permitía escenificar abismo y cumbres de la pasión. A Del Paso le otorgaron el premio Cervantes de Literatura, y Lucho Gatica me defendió de infortunios de Zabludovsky relacionados “con quién le metía gol a quién”.

}Quién no lo recuerda interpretando Piel canela, Bésame mucho, Contigo en la distancia, El reloj, La barca, Tú me acostumbraste, Voy a pagar la luz, No me platiques más, además de sumarse al meloso filón de Armando Manzanero. Recurrió a la fórmula de los duetos en Historia de un amor, donde emparejó con Luis Fonsi, Bosé, Laura Pausini, Michael Bublé, Olga Tañón y otros. Era amigo de Pepe Guindi y de un club al que también pertenecían Alejo Peralta, el Maseco; Ramón Aguirre, y otros tantos. Incursionó en el cine, TV y registró respetuosas versiones de Agustín Lara. Desde aquí, mi sincero pésame a Mapy Gatica y su familia. Era un tipo de frente.

En Antropología el homenaje a Alondra

El lunes 3 de diciembre, en el Museo de Antropología, habrá homenaje para Alondra de la Parra por haber sido nombrada “Mujer del Año”. Otro acierto más de Kena Moreno al lograr que esta gran directora de orquesta mexicana –reconocida a nivel internacional– se sume a la ya larga lista de “Mujeres del Año”. En otra noticia, ver para creer: Mónica Lewinsky, la célebre ex becaria de la Casa Blanca, aseguró a Vanity Fair que si se encontrara a Hillary Clinton le pediría disculpas.

Bueno, nunca es tarde. Lewinsky escribió en la revista para explicar su participación en una serie documental The Clinton Afair, que examina el escándalo en torno a su relación con el expresidente Bill Clinton a finales de los noventa del siglo XX. Finalmente, un excepcional diamante rosa, de casi 19 quilates, alcanzó un precio de venta de 50 millones de dólares en una subasta en la sede de Ginebra de Christie’s. El Pink Legacy fue adjudicado a la joyería de lujo Harry Winston de Nueva York. Es un precio récord. Y hasta el próximo jueves, ¡abur!