Foto: Captura de video El joven sufrió una infección cerebral y quedó tetraparapléjico  

Sam Ballard, un australiano de 19 años que terminó tetrapléjico tras comerse una babosa, falleció después de ocho años de lucha contra la meningoencefalitis eosinofílica.

 

Corría el año 2010 cuando Ballard llevaba una vida normal, tenía un futuro por delante y era una promesa en el rugby, sin embargo, su vida dio un giro mientras tomaba unas copas con sus amigos. Uno de ellos le propuso como reto comerse una babosa, a lo que Sam aceptó sin dudarlo. Días más tarde enfermó.

 

Los médicos que le practicaron análisis se percataron de que el molusco que comió era portador de un parásito llamado ‘Angiostrongylus cantonensis’.

 

Dicho parásito le causó ‘meningoencefalitis eosinofílica’, una enfermedad que provoca sintomas como vómitos, náuseas, dolor de cabeza intenso, trastornos neurológicos y convulsiones.

 

Finalmente, el joven sufrió una infección cerebral y quedó tetraparapléjico después de permanecer 420 días en coma.

 

DAMG