Foto: Cuartoscuro La Arquidiócesis Primada de México señaló que la escasez de agua a causa del corte en el suministro del Sistema Cutzamala puso temporalmente en jaque a la Zona Metropolitana del Valle de México y nos ha acercado a una mirada de lo que podría ser el futuro de la capital  

La Arquidiócesis Primada de México señaló que la escasez de agua a causa del corte en el suministro del Sistema Cutzamala puso temporalmente en jaque a la Zona Metropolitana del Valle de México y nos ha acercado a una mirada de lo que podría ser el futuro de la capital, una de las ciudades con mayor demanda de agua en el mundo.

 

En su editorial semanal, difundida en el semanario Desde la Fe, que titula: “Aún estamos a tiempo”, la iglesia católica advierte que el control del agua potable y limpia podría convertirse en una de las principales fuentes de conflicto social, sobre todo cuando ésta escasea y la clase gobernante actúa sin imparcialidad en su distribución.

 

“El cuidado ambiental ha sido una de las grandes preocupaciones de la Iglesia católica, especialmente durante el pontificado del Papa Francisco, quien con su encíclica Laudato Si’, ha puesto el dedo en la llaga: ‘Algunos estudios advierte el Santo Padre han alertado sobre la posibilidad de sufrir una escasez de aguda dentro de pocas décadas, si no se actúa con urgencia”.

 

En el semanario refiere que el Papa ha señalado que el control del agua potable y limpia podría convertirse en una de las principales fuentes de conflicto social, sobre todo cuando ésta escasea y la clase gobernante actúa sin imparcialidad en su distribución.

 

Ante esta situación, mencionó que el reto ahora está en la óptima modernización, y el crear de manera urgente una cultura educativa sobre el cuidado de este recurso natural, “que nos haga conscientes de que, si bien el problema al que nos enfrentamos es mayúsculo, la solución aún está en nuestras manos”.

 

En este sentido, debe entenderse como una prioridad invertir más en el mantenimiento del complejo sistema de aguas, en el que, increíblemente, alrededor el 40% del líquido se desperdicia en fugas, y crear la infraestructura adecuada para el aprovechamiento de las aguas pluviales.

 

fahl