WASHINGTON. La Agencia Antidroga de Estados Unidos (DEA) señaló como su gran amenaza criminal en el ámbito de las drogas a los cárteles mexicanos y alertó de la creciente disponibilidad del opiáceo fentanilo en el país, según su Evaluación Nacional de la Amenaza por Drogas de 2018, difundida hoy.

El informe anual de la agencia identifica a las organizaciones del narcotráfico mexicanas como “la mayor amenaza” criminal en EU y considera que todo apunta a un aumento de su poder a través de sus “corredores”, centrados en la frontera con México.

“Continúan ampliando su influencia criminal mediante alianzas con otras organizaciones criminales trasnacionales, incluyendo algunas independientes, trabajando con pandillas trasnacionales, con pandillas callejeras de EU, con pandillas de prisiones y organizaciones de lavado de dinero asiáticas”, indicó el texto.

La DEA mencionó seis organizaciones mexicanas como las amenazas más importantes, entre ellas el Cártel de Sinaloa, el Cártel de Jalisco Nueva Generación y el Cártel de Juárez.

El informe también enfatiza la influencia que consiguen en el país al funcionar algunos como distribuidores de los cárteles colombianos.

Colombia es, precisamente, el origen del 93 % de la cocaína incautada en 2017 por EU, un mercado que -según el informe- ha resurgido en los últimos años.

La agencia incide en que el 59 % de la cocaína analizada en 2017 era “sin cortar”, es decir, que no le habían añadido ninguna sustancia adulterante o diluyente.

“La última vez que el porcentaje de ladrillos de cocaína sin cortar excedió el 40 % fue en 2007: el año de la década anterior con mayor disponibilidad interna de cocaína”, recordó el documento.

De acuerdo al informe, en 2016 -el último año con registros- se produjeron 10.375 muertes por sobredosis en las que estuvo involucrada la cocaína, la cifra más alta desde al menos 2006, y que lleva creciendo desde 2012.

En relación al fentanilo, la DEA registró un incremento de la disponibilidad de este opiáceo en el país, ya que 17 de los 21 distritos en los que divide el territorio notificaron un aumento de la misma en la primera mitad de 2017 respecto a la última mitad de 2016, mientras que ninguno informó de una reducción.

El fentanilo está aprobado como un analgésico legal, pero su potencia, entre 50 y 100 veces mayor que la morfina, ha llevado a organizaciones criminales a producirlo de forma clandestina y a ser introducido “principalmente” desde China y México.

“La disponibilidad de fentanilo está muy extendida e incrementándose”, aseguró el documento, que reconoce que se está extendiendo a zonas geográficas en las que antes no era tan común.

En este sentido, también lo identifica como un “gran contribuyente a la epidemia de muertes por sobredosis”.

“Cuando el número de los informes de fentanilo (…) se incrementan, también lo hace el número de muertes por opiáceos sintéticos registradas”, comenta la texto.

Estados Unidos afronta una profunda crisis de opiáceos, en la que mueren diariamente por sobredosis una media de 174 personas, de acuerdo a los últimos datos de 2016, que suponen los más elevados registrados nunca y que convierten a estas sobredosis en la principal causa de muerte por factor no natural.

Las muertes por sobredosis de estupefacientes de prescripción médica copan la inmensa mayoría de estos fallecimientos, con más de 40.000 de los 64.000 registrados en total en 2016.

La combinación de muertes por estos medicamentos legales con las de aquellas provocadas por heroína abarca un 66 % del total.

El director interino de la DEA, Uttam Dhillon, señaló en una carta que “el tráfico y abuso de drogas ilícitas supone un peligro severo” para los estadounidenses y “un reto significativo” para los agentes del orden y el sistema sanitario.

Por su parte, el fiscal general, Jeff Sessions, enfatizó en el peligro que suponen los cárteles trasnacionales para la sociedad.

“Este informe nuevo de la DEA confirma que los cárteles de droga trasnacionales y los laboratorios extranjeros de droga, trabajando con las pandillas de la calle, están inundando nuestras comunidades con drogas como cocaína, fentanilo, cocaína y metanfetamina”, consideró el máximo responsable de Justicia.

 

JMSJ