Foto: Daniel Perales Entre lo que tendría que pagarse está lo invertido en la construcción temporal de oficinas, almacenes, bodegas y campamentos que se encuentren dentro de los terrenos de la obra o se compruebe que fueron rentadas para ese fin  

Ante la posible terminación anticipada de los contratos de obra en el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), el Gobierno entrante tendrá que asumir los “gastos no recuperables” que hayan realizado los contratistas a la fecha de la cancelación de la obra.

Entre lo que tendría que pagarse, según un análisis de la Barra Mexicana de Abogados (BMA), está lo invertido en la construcción temporal de oficinas, almacenes, bodegas y campamentos que se encuentren dentro de los terrenos de la obra o se compruebe que fueron rentadas para ese fin.

Además, tendrán que asumir los costos del desmantelamiento, retiro y parte proporcional de traslado de plantas de construcción, talleres de montaje o cualquier infraestructura que se haya colocado en los terrenos para realizar las obras del aeropuerto.

A la fecha de la terminación anticipada de la obra, después del 1 de diciembre que asuma como Presidente, Andrés Manuel López Obrador, su administración tendría que pagar las liquidaciones de los empleados, que fueron contratados de manera eventual y exclusiva para la construcción de la terminal aérea.

Financiamiento

Para financiar parte de la construcción del aeropuerto, se colocaron 30 mil millones de pesos en bonos bursátiles, conocidos como Fibra-E, y seis mil millones de dólares en un instrumento denominado Notas Preferentes, que significan la bursatilización de los derechos de uso de la Tarifa de Uso del Aeropuerto (TUA).

Ambos instrumentos bursátiles quedaron en un Fideicomiso de Construcción; sin embargo, el análisis de la Barra Mexicana de Abogados indica que esos recursos sólo pueden utilizarse para la construcción del aeropuerto y no para pagos por terminación anticipada.

La cancelación causará que el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM), dependiente del actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), asuma los costos de la terminación de contratos, “lo que lo dejaría en una situación adversa, falta de liquidez”, entre otras.

“Toda vez que los recursos de la emisión de la Fibra-E y las Notas Preferentes no pueden ser utilizados para hacer frente a pagos asociados con la terminación del proyecto, es lógico que el Fideicomiso de Construcción no asuma obligación alguna”, destaca el análisis.

En caso de inconformidad, los contratistas pueden demandar al GACM ante el Tribunal Federal de Justicia Administrativa y solicitar la nulidad de la terminación anticipada de la obra, pagos por daños y prejuicios, indemnización por incumplimiento de contrato, entre otras.

Aún si el Tribunal Federal fallará en su contra y validará la terminación anticipada, por estar contemplado en los contratos de obras, las empresas tendrían derecho a que el Gobierno federal asuma los gastos no recuperables.

Pérdidas por cancelación del NAIM

-Empleos que se perderán o dejarán de generarse, estimado en 40 mil puestos de trabajo perdidos

-Los terrenos aledaños a donde se construía el NAIM perderán valor, se generará una minusvalía de la zona de Texcoco.

-Pérdidas por las obras que se dejen inconclusas en la periferia de los terrenos del Aeropuerto, así como dentro del polígono donde se construía, pueden quedar como elefantes blancos.

-Aumento en costos de futuras obras de infraestructura en el país, debido a que los contratistas podrían fijar un aumento a la prima de riesgo y pedir cambios en las cláusulas de terminación anticipada.

LEG