El día más esperado por toda la fanaticada de la pelota caliente llegó y con dos protagonistas con aficiones numerosas. Dodgers y Red Sox se encargaron de ofrecer un partido en el que hubo de todo y darle gusto hasta al más exigente.

Tras la ceremonia inaugural, la presentación de los line-ups y la entonación del Himno de Estados Unidos, todo quedó preparado en el diamante del parque más amado de la Unión Americana para dar inicio a la fiesta, y vaya fiesta.

Otra vez no hubo que esperar nada. En el primer inning, Kershaw sintió el poder ofensivo de Boston con el bate de Mookie Betts, Andrew Benintendi y JD Martínez. Dos carreras colgaron los patirrojos antes de que el as angelino saliera de problemas.

Un revitalizado Matt Kemp se encargó de responder a los de casa y lo logró con autoridad. Un sólido batazo le conectó a Sale para mandar la pelota a las gradas y poner el marcador 1-2 en la parte alta del segundo inning.

Kershaw se reponía y comenzó a ser el que conocemos. Con esa seguridad contagió a su equipo y en el tercer rollo conectó imparable para mandar a Turner a la registradora y empatar el juego.

En esa misma entrada, Pearce ya en posición de anotar, JD Martínez pegó un doble que llevó la tercera carrera a la pizarra.

En el quinto inning, Machado de nueva cuenta volvió a impulsar la carrera del empate. Pero Bogaerts no quiso esperar y en mismo episodio impulsó la cuarta y después llegó Devers para mandar la quinta a home.

En el séptimo y por tercera ocasión en la noche, Machado volvió a sacrificarse para enviar a Muncy a colgar la cuarta. Aquí, Cora tenía una sorpresa.
En este mismo inning entró Eduardo Núñez y le dio la bienvenida a Alex Wood con un home run de tres carreras para hacer estallar a todo Fenway Park. A partir de aquí, los Red Sox dominaron a placer.

Los intentos de los angelinos fueron loables, pero no funcionaron. Eovaldi como lo ha venido haciendo en postemporada, controló los embates, y luego Kimbrell se encargó de poner el cerrojo para poner el primer triunfo del lado de Boston.

Los Red Sox consumaron el primer golpe a fuerza de imparables, tal como lo han venido emulando juego a juego en toda la postemporada. Hoy, se desarrollará el juego 2 y la urgencia para Dodgers comienza a ser implacable, pues de no emparejar la serie, les espera un fuerte trajinar en Dodger Stadium donde tendrán que ganar todos los partidos de local.

Dave Roberts tendrá que hacer ajustes para revertir la situación, mientras que Cora puede estar tranquilo, pero no olvidarse que aún hay varios juegos por desarrollarse y cualquier exceso de confianza le puede costar el título.

Aún tiene bastante pólvora

Matt Kemp (34 años, 30 días) se convirtió en el cuarto jugador más veterano en conectar un home run en su primer turno al bate. Los anteriores fueron Barry Bonds (38, 87 días), Bob Watson (35, 193 días) y Joe Harris (34, 140 días)

Números

3 hits le conectó Andrew Benintendi a Clayton Kershaw; es la primera vez en la temporada que Kershaw permitió esta cantidad de imparables a un bateador

13 carreras impulsadas tiene Rafael Devers en postemporada; superó a Miguel Cabrera como el segundo jugador con más producidas antes de cumplir 22 años

Iguala al más grande de México

Julio Urías entró en el sexto inning para retirar en orden a los bateadores de los Red Sox. Con esta aparición, el relevista azteca se convierte en el pitcher más joven de los Dodgers en una Serie Mundial desde que lo hiciera Fernando Valenzuela en el Clásico de Otoño de 1981, cuando los angelinos derrotaron a los Yankees y alzaron el trofeo del comisionado.