Foto: Reuters Autoridades de Turquía encontraron un vehículo con placas diplomáticas sauditas abandonado en un estacionamiento de Estambul, como parte de la investigación del asesinato de Jamal Khashoggi, quien fue grabado saliendo de su departamento con su novia, mientras en la embajada presuntamente usaron a un doble  

La presión internacional hacia Arabia Saudita por la muerte del periodista Jamal Khashoggi en su consulado de Estambul, Turquía, va en aumento.

El Gobierno de Alemania pidió ayer una “postura europea” común para detener la venta de armas al reino saudita, un día después de que la canciller alemana, Angela Merkel, anunciase la suspensión de las exportaciones a Riad.

El ministro alemán de Economía, Peter Altmaier, consideró hoy “importante”, en declaraciones a la televisión pública ZDF, que los países miembros de la Unión Europea (UE) pudieran “llegar a una posición europea” conjunta para enviar un mensaje contundente a Arabia Saudita.

“Sólo si todos los ministros europeos de Exteriores están de acuerdo, entonces eso impresiona al Gobierno en Riad”, opinó.

Arabia Saudita es el tercer país del mundo que más dinero dedica a defensa y, según estimaciones del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI), obtiene el 61% de su armamento de Estados Unidos, 23% de Reino Unido, 3.6 % de Francia y 2.4% de España.

En este contexto, el presidente estadounidense, Donald Trump, afirmó que no está “satisfecho” con las explicaciones dadas por el gobierno saudita sobre la muerte de Khashoggi, a la que calificó como un error.

Indicó que agentes de inteligencia estadounidenses de alto nivel acudieron a Turquía y que pronto se conocerán más detalles de lo ocurrido.

El diario The Washington Post, para el cual colaboraba Khashoggi informó ayer que la directora de la CIA, Gina Haspel, viajó a Turquía, donde está previsto el presidente Recep Tayyip Erdogan presente hoy un informe sobre las investigaciones de lo que los funcionarios turcos han calificado de asesinato e intento de encubrimiento.

Esta presión, además, se dio en la víspera del arranque del foro económico de Arabia Saudita, en medio de un boicot y de una retirada masiva de personalidades del mundo de la política y los negocios tras la muerte de Khashoggi.

Con llamadas de última hora de las autoridades sauditas a invitados para acudir al foro y el pirateo ayer de su página web, el foro Future Investment Initiative (FII) o “Davos del desierto” comienza con un programa de eventos trastocado que se extenderá hasta el jueves en Riad.

La web oficial quedó fuera de servicio en la tarde tras sufrir “un ataque cibernético”, según confirmó el periódico saudí Okaz.

Es la última de una larga serie de malas noticias para el foro saudita, que ha visto como muchos de sus principales invitados se retiraban en oleada.

Medios de comunicación como el canal estadounidense CNN y la agencia de noticias Bloomberg informaron de que no acudirían al foro de inversores, en el que está previsto que se hagan anuncios de proyectos multimillonarios.

El foro es organizado por el Fondo de Inversiones Públicas de Arabia Saudita, presidido por el Príncipe heredero Mohamed bin Salman, quien ayer se reunió con el secretario del Tesoro de EU, Steven Mnuchin, en medio de la polémica.

LEG