Foto: EFE Por su parte, el gobierno irlandés se ha pronunciado a favor de un acuerdo que mantenga un intercambio comercial “sin fricciones” fronterizas  

Otro tema en torno al Brexit sigue en la incertidumbre: ¿qué pasará con la frontera entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda? La primera es parte del Reino Unido (RU) y la segunda es un país independiente miembro de la Unión Europea (UE); por lo tanto, tras el 29 de marzo de 2019, día en que entra en vigor el Brexit, el estatus fronterizo y aduanero entre ambas porciones de la isla tendrá que cambiar para cumplir con la normatividad de la UE.

En la actualidad, la frontera de 499 kilómetros entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda es meramente simbólica y no utiliza retenes, revisiones gubernamentales ni infraestructura fronteriza. Por lo mismo, tanto el gobierno británico como la UE han manifestado estar en contra de cualquier tipo de “frontera dura” que se pudiese volver a tensar las relaciones históricas en la región (recordemos el conflicto étnico y político que enfrentó a los unionistas de Irlanda del Norte, mayormente protestantes, y a los republicanos de Irlanda, en su mayoría católicos, entre finales de los 60 y hasta los Acuerdos del Viernes Santo de 1998).

En diciembre de 2017, el gobierno de Theresa May y la UE acordaron que, en caso de un Brexit “sin acuerdo” (que no se pacte la salida y/o la nueva relación del RU con la UE), se alinearán las políticas regulatorias entre Irlanda del Norte y la República. Sin embargo, días después, el partido Unionista Democrático (aliado de May en Irlanda del Norte y quienes le permitieron formar gobierno en 2017 al sumar sus 10 parlamentarios a la coalición) echaron abajo el acuerdo tras argumentar que no fueron consultados por la primera ministra.

Esta situación llevó a la UE a proponer un trato “especial” para Irlanda del Norte, que, esencialmente, implicaría que esta región permanezca alineada a las regulaciones de la UE para así evitar el “endurecimiento” de la frontera y no poner en riesgo la paz en la región. Pero el gobierno británico rápidamente rechazó esa postura, ya que, según May, el dar un trato distinto a una parte del RU podría en riesgo la integridad territorial de su nación.

Por su parte, el gobierno irlandés se ha pronunciado a favor de un acuerdo que mantenga un intercambio comercial “sin fricciones” fronterizas (mismas que, de aplicarse, subirían los costos y tiempos logísticos del comercio), y que vele por la armonía regional alcanzada desde los Acuerdos del Viernes Santo.

Según el Banco Mundial con cifras de 2016, el RU recibe el 12.7 % de las exportaciones irlandesas, solo detrás del porcentaje que envían a los Estados Unidos, con 25.8 % (México recibe el 1.1 % del total de sus exportaciones).

En un tuit lanzado el 14 de octubre tras una reunión con Dominic Raab, Secretario de Estado para el Brexit, el principal negociador de la UE, Michel Barnier, reconoció que a pesar de los intensos esfuerzos de las partes, algunos temas siguen abiertos, como las medidas para evitar una “frontera dura” entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda.

Líderes de la UE retoman debate

Bruselas.- Los líderes de los 27 países que permanecerán en la Unión Europea (UE) tras la marcha británica decidirán hoy los próximos pasos en la negociación del “brexit”, después de que el presidente del Consejo Europeo dijera este lunes que acabar sin un acuerdo es ahora “más probable que nunca”.

La cumbre europea de octubre, considerada como el “momento de la verdad” para las conversaciones entre Londres y Bruselas por lo ajustado del calendario del “brexit”, comenzará este miércoles por la tarde con una intervención de la primera ministra británica, Theresa May, seguida de una cena de trabajo ya sin el Reino Unido.

Las diferencias dificultan que se cumplan los plazos previstos para conseguir un acuerdo que puedan ratificar la Eurocámara y el Parlamento británico antes del 29 de marzo de 2019, fecha en la que se formalizará el divorcio.

Xavier Rodríguez

LEG