Las experiencias cotidianas que se archivan en la memoria, para después transformarse en recuerdos, tienen como responsable el hipocampo, una de las principales estructuras del cerebro, reveló en una investigación la Universidad de Cambridge, parte que funcionaría como editor de la película de la vida.

Cuando se vive una experiencia, el hipocampo se activa, analiza los diferentes momentos de esa vivencia, escoge los más relevantes y los transmite a la memoria. Sin embargo, la investigación arrojó que esa selección no es según la secuencia, sino que impone una propia.

Para ello, analizaron los cerebros de 284 personas mientras veían la película Forrest Gump, y un episodio de la serie Alfred Hitchcock presenta. 15 personas vieron la película y 253 personas el capítulo de la serie, además, un tercer grupo de 16 personas, vieron las dos proyecciones. Este último debía pulsar un botón para señalar el comienzo y final de una secuencia.

Al comparar la actividad cerebral de los tres grupos, observaron que en los dos primeros, la respuesta del hipocampo sobre los intervalos de tiempo se influenciaba por los límites subjetivos de cada participante, y no por la transición entre escenas planteada por el cineasta.

Sensible a los espacios temporales que separan un acontecimiento de otro, concluyeron que el hipocampo fragmenta las experiencias continuas que se viven cada día, para así elegir los extractos que construyen los recuerdos.

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