En un almacén criogénico, se resguardan cuerpos y cabezas congeladas de personas muertas, a cargo de la compañía rusa KrioRus, que se dedica a congelarlas con el objetivo de devolverlas a la vida en el futuro.

Colocadas en posición vertical dentro de bolsas especiales y con una temperatura interior de 196 grados centígrados bajo cero, para resucitar en el futuro, primero se debe avisar a la familia y el Estado de que desea ser congelado en estos almacenes.

Para extranjeros y para almacenar sólo el cerebro, el precio es de 18 mil dólares, y de 36 mil dólares para conservar todo el cuerpo. Después, la empresa se encarga de la logística, donde se recomienda iniciar inmediatamente después de la muerte.

A través de un crioprotector con glicerol, etilenglicol y otras sustancias, una persona puede ser enfriada hasta cero grados, luego hasta -40 grados centígrados, a -80 es posible transportar al paciente en hielo seco al almacén y enfriarlo hasta -196 grados.

De acuerdo con el presidente de la junta directiva, Danila Medvédev, si el procedimiento es ideal, “se puede evitar casi por completo la formación de hielo. Por lo tanto, casi no habrá daños ni siquiera a nivel del tejido”.

Medvédev consideró que el cerebro muerto sólo lo está desde el punto de vista de la medicina moderna, ya que las células permanecen vivas, “si uno no quiere usar métodos criogénicos, sino sólo la reanimación, entonces sí, efectivamente, está muerto”.

Sobre cómo se recuperaría la identidad, dijo que ahora se habla mucho del big data, la tecnología sobre la inmensidad de datos que circula día a día. “Todo lo que hacemos se graba parcialmente en vídeo, en audio, se guardan nuestras ideas en forma escrita en los ordenadores. Esta información nos describe y puede ser usada para restaurar una personalidad sucedánea, enseñarle a hablar y llenarla de recuerdos”.

De las miles de millones de células, reconoció que hacen falta varias décadas para que aparezcan tecnologías que permitan el uso de la microcirugía y la nanomedicina para trabajar con éstas. Pero prevé sea posible devolver la vida a una persona congelada dentro de unos 50 años.

Desde los años 60, Estados Unidos comenzó con la congelación criogénica. Actualmente, hay dos grandes empresas criogénicas, una en el país norteamericano y otra en Rusia, las cuales realizan una cooperación internacional.

LEG