La lucha por el título mundial de pilotos para Sebastian Vettel ha sido un derrumbe. Tener el mejor auto de la parrilla de salida por un largo periodo de la temporada no sirvió para Ferrari, que también se despide del Mundial de Constructores.

Una trágica cadena de errores y desaciertos han minado completamente en la competitividad deportiva y emocional de la escudería más afamada y seguida de la Fórmula 1.

El último doble episodio del drama, y probablemente el más desgarrador, fue el Gran Premio de Japón apenas este fin de semana. Sábado, tercera fase de calificación: Ferrari se equivoca en una decisión crucial al elegir neumáticos para lluvia cuando la lluvia aún no era tan intensa. Irritación, zozobra y frustración.

Al día siguiente Vettel comete un fallo sobre la pista, cuando mejor giraba en una remontada con la que podría, al menos, vender un poco más cara la derrota al final del año pues, los números le dictan que carreras perfectas podrían apenas darle el segundo lugar.

El arranque con dos triunfos consecutivos en Australia y China, así como las victorias en ‘territorio’ de Mercedes como fueron Canadá, Silverstone y Spa Francorchamps, donde Ferrari fue dominador quedaron lejos.

Si se busca una sola palabra para definir la situación, de inmediato viene a la mente el caos. Ferrari ha caído en la trampa de Mercedes, y se ha sumergido en una espiral de desaciertos dolorosísima para sus aficinados.

¿Dónde, cómo se perdió el equipo?  Veamos:
1) GP de Azerbaijan: Ataca a Bottas por el 1er lugar, bloquea en la curva 1 se va ancho y cae al 4º lugar, una carrera que pudo haber ganado.

2) GP de España: Ferrari llama a pits a Vettel durante Virtual Safety Car en la vuelta 42, ni Mercedes ni Red Bull llaman a sus pilotos que terminan adelante, Vettel apenas rescató el tercero.

3) GP de Francia: Provoca contacto por detrás con Bottas en la primera curva, cae al último lugar, remonta hasta el quinto puesto.

4) GP de Austria: Penalización de 3 lugares en la parrilla de salida por bloquear a Sainz en Qualy, arrancó 6o. Ferrari no da la orden y Raikkonen termina por delante de Vettel, con Hamilton retirado de la carrera.

5) GP de Alemania: Lluvia en la carrera, despiste de Vettel cuando ganaba por buena diferencia sobre los dos Mercedes. Catastrófico.

6) GP de Italia: Pierde la pole contra Kimi, va al toque con Hamilton en la primera vuelta, y cae al fondo del pelotón para recuperar posiciones. Ferrari cae en el engaño de Mercedes que aparenta meter a Lewis, y de inmediato llaman a Kimi perdiendo el liderato cediéndolo a Hamilton.

7) GP de Singapur: Choca contra la barda en la práctica dos y tiene que abandonar en la sesión. En la qualy se va a tercero aun teniendo auto para disputar la pole. Ferrari en carrera, falla en la estrategia y le colocan llantas ultra soft o que le dejan sin ritmo competitivo. Carrera perdida.

8) GP de Japón: Durante la Q3 el sábado los estrategas deciden que los pilotos salgan a girar con llantas intermedias de lluvia, ante la inminencia de un aguacero. Mercedes tuvo la misma idea, pero al ver aún clima sin lluvia fuerte, mandó sus autos con llantas de seco, mientras Vettel y Kimi retornan a cambiar por las llantas adecuadas, lo que aprovechó Hamilton para hacerla pole antes de la lluvia. Ferrari los mandó con llantas de seco, ahora sí, cuando había arrancado a llover. Vettel quedó a 4 segundos de la pole. Ya en carrera, comienza la remontada y cuando va por el tercer lugar sobre Verstappen se precipita e intenta el rebase en ‘Spoon’ curva de alta velocidad sin margen de maniobra, chocan y cae al penúltimo lugar.

Del cielo, al infierno en ocho colapsos mayúsculos. Ferrari es una olla de presión, solo les queda cerrar el año no tan mal. Y aquí comienza la era post Sergio Marcchione, quien había postulado una generación ganadora para Ferrari que, a la luz de lo ocurrido esta temporada se ve lejana.