Foto: Cuartoscuro / archivo “Se tomaron decisiones difíciles, no siempre populares pero sí responsables y necesarias”. José Antonio González Anaya  

La siguiente administración federal recibirá una economía resiliente, en crecimiento y con finanzas sanas, aseguró el secretario de Hacienda y Crédito Público, José Antonio González Anaya, durante su comparecencia ante el pleno de la Cámara de Diputados como parte de la glosa del VI informe de gobierno.

Destacó el crecimiento de la economía del 2.5% anual durante el actual sexenio, y aunque reconoció que, si bien no era el deseado, sí fue sostenido, lo que atribuyó a las reformas estructurales y al manejo macro económico.

González Anaya abundó que esas cifras de crecimiento no son las que se esperaban, pero sí superan a la de Argentina, Brasil y Chile y de países desarrollados como Alemania, Francia y Estados Unidos.

En su intervención destacó los resultados de la reforma energética que detonó inversiones por 200 mil millones de dólares, cuando las proyecciones más optimistas, tras aprobarse los cambios, las ubicaban en apenas 50 mil millones de dólares.

Añadió que una parte importante para obtener una economía estable fueron los ajustes en el gasto público, y el cual, en 2016 ascendió a 160 mil millones de pesos, pero siempre protegiendo el gasto social.

“Los choques externos que enfrentamos del 2014 al 2016 no fueron menores. El precio del petróleo bajó 70% y la producción industrial de Estados Unidos disminuyó casi 2%, lo que impactó negativamente”, dijo el titular de la SHCP.

A pesar de ello, González Anaya resaltó que el país no entró en recesión ni hubo inestabilidad financiera, contrario a otros episodios donde la economía se contrajo.

Como se preveía, los posicionamientos del PAN, Morena, PRD, MC, PT y Encuentro Social fueron duros, cuestionaron al funcionario por el monto de la deuda pública, por excederse en el gasto autorizado, por la corrupción del gobierno, por no dar dinero a las universidades públicas y por la reforma hacendaria, entre muchos más.

El secretario sorteó uno a uno los cuestionamientos, y ofreció enviar por escrito los que no alcanzaba a responder en los tres minutos que tenía para hacerlo.

Se mostró tranquilo, pero sobre todo amable, con todos los legisladores que subían a tribuna a plantear sus dudas, por muy fuertes que fueran, con todos, se ponía de pie y les saludaba y despedía con un apretón de manos.

Para terminar la comparecencia la vicepresidenta de la mesa directiva, Dolores Padierna (Morena) alteró lo ánimos al dar un mensaje final que pareció más un posicionamiento de bancada que una declaratoria institucional del Poder Legislativo.

El hecho le valió reclamos del PRI, PAN y PVEM, y hasta un extrañamiento se llevó de parte de su líder, Mario Delgado.

LEG