Algo no anda bien en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), pues muchos empleados que ahí laboran se quejan del nepotismo e influyentismo que imperan en algunas áreas de esta institución, concretamente entre personas muy cercanas a la magistrada presidenta, Janine Otálora Malassis.

Y aunque en muchas dependencias y organismos públicos se ha emprendido una férrea lucha para combatir este fenómeno que durante décadas ha sido uno de los rasgos más perversos de nuestra identidad nacional, tal parece que muchas batallas aún no se ganan, y para muestra, lo que sucede en esta institución encargada de resolver controversias en materia electoral.

De acuerdo a datos en poder de esta columna, la secretaria general de Acuerdos de la Sala Superior, María Cecilia Sánchez Barreiro, tiene a dos familiares trabajando en el Tribunal; se trata de su padre, el señor Francisco Javier Barreiro Perera, y su hermano, Carlos Manuel Sánchez Barreiro.

Don Francisco Javier se desempeña como asesor y percibe un sueldo mensual de poco más de 51 mil pesos; mientras que Carlos Manuel, quien ingresó en marzo de 2017, ostenta una plaza de técnico operativo con un salario de 30 mil pesos mensuales.

Pero ahí no para la cosa, pues Rafael Jean Otálora Malassis, hermano de la magistrada presidenta, también se encuentra en la nómina del Tribunal, y a pesar de que laboraba desde antes de 2016, con la llegada de su hermana al máximo cargo, su sueldo se duplicó hasta alcanzar más de 51 mil pesos; en la actualidad se desempeña como secretario particular del magistrado regional Juan Carlos Silva Adaya.

Por eso nos dicen, algo no cuadra en el TEPJF, pues mientras algunos trabajadores siguen manteniendo el mismo sueldo desde hace años, a otros privilegiados hasta se los duplican; y todo por tener apellidos distinguidos.

Una raya más al tigre

Resulta que la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción de Tamaulipas imputó al ex gobernador Eugenio Hernández Flores por los probables delitos de enriquecimiento ilícito y lavado de dinero.

Y es que, de acuerdo a la fiscalía, el ex gobernante tuvo un incremento patrimonial injustificado y por tanto ilegítimo, dado que no se pudo determinar el origen de sus ingresos durante su periodo como diputado federal, de 2000 a 2001; como alcalde de Ciudad Victoria, entre 2002 y 2004; y como gobernador, entre 2005 y 2010.

La alineación del Cuauh

Como si se tratara de un equipo de futbol, el gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco, incluyó en su gabinete a algunos de sus ex compañeros durante su paso por el Club América: en el Instituto del Deporte nombró como director a Germán Villa; mientras que al frente del Fideicomiso del Estadio Agustín Coruco Díaz designó a Isaac Terrazas.

Al ex árbitro Gilberto Alcalá lo instruyó para que se haga cargo de la Secretaría de Desarrollo Social; y como vocero oficial estará Francisco Reyes Olvera, quien además de haber desempeñado este mismo cargo en el Ame, también es la voz oficial del Estadio Azteca.

Ojalá que, con esta alineación, a los morelenses no les vaya de la patada.

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@JuanMDeAnda