Por Luis Manuel López

No es frecuente, pero tampoco es extraño, que los medios europeos pidan la cabeza de un piloto. En algunas ocasiones lo han hecho seriamente y en otras con tendencia específica. Después de los contactos de Sergio Pérez en el GP de Singapur, no tardaron algunos británicos y franceses en lanzarse con campaña abierta.

Al buen entendedor, pocas palabras. De inmediato se señaló que Esteban Ocon no tendría por qué sufrir la injusticia de quedar sin equipo el año que entra, y que lo mejor para Force India sería prescindir de Pérez.

Otros más pedían que al menos lo suspendieran, una o algunas carreras, que tuviera un castigo mucho más severo, porque de acuerdo a sus criterios, la maniobra contra Sirotkin tuvo tintes de peligro extremo.

Yo lo dejaría en peligro, un error grave que ya fue sancionado, punto. Pero también, aparte de los extremos, hay muchos elementos que la escudería tendrá que tomar en cuenta para sus decisiones que, tendrían que conocerse cuanto antes.

Mientras tanto permítanme enlistar algunas de las características que hacen de Pérez una elección muy complicada, en el supuesto de que los nuevos propietarios de Racing Points Force India hicieran caso a los críticos británicos.

Sauber y McLaren le permitieron cosechar 128 puntos, tres pódiums, a lo largo de tres temporadas, con autos que podrían haberse considerado simplemente de segundo nivel.

Pero la Fórmula 1 actual ya no se parece demasiado a esa en la que corrió Checo en sus primeras temporadas, porque el escenario técnico y de competencia son totalmente diferentes, tanto que algunas de las grandes figuras no han resultado tan contundentes desde la época de los híbridos.

Pérez desde que tomó el volante de Force India en 2014, ha resultado uno de los más sólidos y consistentes en la parrilla de salida, gracias a que ha logrado un entendimiento superior de Force India, y tanto sus aciertos como sus limitantes. Es una combinación que no ha perdido impulso.

En el duelo de la productividad, Hulkenberg sumó 226 puntos del campeonato compitiendo contra Checo, mientras que Ocon recoge 132 en su duelo contra el mexicano, para un global de 358 unidades. Sergio ha conseguido 384, con la relevancia que consiguen cinco pódiums.

Hablando del tema, pódiums desde 2014. El líder de ese departamento es Hamilton con 75, seguido por Vettel y Rosberg que acumulan 46 cada uno.

Pérez es quinto en esa clasificación, sólo detrás de los punteros Ricciardo, Bottas, Raikkonen y Verstappen.
Octavo también en la clasificación de suma de puntos por piloto desde 2014, gracias a que ahí también debemos incluir a un campeón del mundo como Rosberg, además de los seis pilotos de los tres equipos preponderantes. Los más productivos son Hamilton (1789) y Vettel (1215), Pérez suma aquellos 384 que lo colocan por delante de Massa (351) y Hulkenberg (322).

Una de las mejores estadísticas a favor del mexicano es la de carreras terminadas en la era de los híbridos, porque ahí figura en la tercera posición por detrás de Hamilton que ha cerrado con bandera a cuadros 87 Grandes Premios, detrás le siguen Bottas que ha sumado 85, y Sergio lo ha hecho en 84 carreras. Vettel (82) y Raikkonen (77) cierran el top cinco que habla de eficiencia global en carrera.

Dos ocasiones como el mejor piloto del resto en el Mundial, una suma de puntos que garantizó premios notable y además el compromiso que permitió hacer el cambio de manos del equipo sin sacrificar su permanencia, cuentan un poco menos, pero suman. Ser ‘Totalmente Anti-Checo’ es válido, pero no por estas razones.