Foto: Gabriela Esquivel A pesar de que en algunas zonas del país y de la capital ya se comenzó a entregar vivienda nueva a los damnificados, hay quienes aún buscan apoyo y duermen en la calle o tratan de superar el dolor de la muerte de algún ser querido  

Padre de André aún espera justicia por el Rébsamen

Oscar Contreras, papá de André, un pequeño de siete años que perdió la vida en el Colegio Enrique Rébsamen durante el sismo del 19 de septiembre del 2017, lleva nueve meses acudiendo junto con su esposa y sus hijas con una tanatóloga, con el objetivo de aliviar la pérdida de su hijo.

Además, a un año del siniestro, aún espera la detención de los responsables del colapso del inmueble, entre ellos la directora de la escuela, Mónica García, quien construyó un departamento en el techo del plantel, debilitando el edificio.

“En mi casa siempre había ruido, había risas de André, era el que movía a sus hermanas, corría con la perra y de repente, de un día para otro ya no está. Yo dejé a mi hijo en una escuela en la que pensaba que era su segunda casa. Nos gustaba el colegio porque el trato era casi personalizado, nunca pensamos que pudiera tener un riesgo”, relató en una entrevista con 24 HORAS.

Recordó que horas después del sismo se trasladó a su casa y en el inter recibió mucho tipo de información, incluso había quien decía que a su pequeño ya lo habían rescatado; además, en las noticias dieron su nombre.

“Pero al llegar mis vecinos me informaron que ya había fallecido. Yo pedí que alguien me confirmara la noticia y una vecina me comentó que ella había estado con mi esposa y que lo había recibido muerto. Entonces, cuando las noticias decían que ya lo habían rescatado, pues el rescate no era necesariamente con vida, yo pensaba que el decir ya lo rescataron era salir con vida”.

Indicó que uno de los factores de la tragedia pudo consistir en que los niños se espantaron o recibieron la instrucción de irse por las escaleras cuando debieron permanecer en el salón; añadió que el grupo de su hijo fue el único que decidió tomar esa ruta.

Cabe recordar que André estaba adscrito al grupo Segundo A, en el que fallecieron varios alumnos junto con su maestra.

Manifestó que muchos rescatistas de otros países que acudieron a colaborar durante la emergencia trajeron equipos de detección de calor: “¿Cómo se entiende que nosotros, como país sísmico, nunca nos hemos preocupado por tener esos detectores de calor?

Debería haber una dependencia como los bomberos, pero para casos de temblor no hay nada de eso, y vemos que las autoridades no tienen una propuesta para cambiar ese esquema”.

En tanto, el presidente del Consejo Directivo de la Fundación Barra Mexicana (FBM), Juan José Serrano, que representa a 17 familias de víctimas del Rebsamén, manifestó que el caso penal ha caminado, pero no con los resultados que quisieran: “Consideramos que a un año se podría tener más de un DRO (director responsable de obra) detenido”.

Por su parte, Javier Coello, abogado de Mónica García, directora del colegio (quien continúa prófuga), aseguró que su clienta se encuentra destrozada y que es absolutamente inocente: “Está en una situación a capricho de la Procuraduría (capitalina), pero ni modo, es lamentable”.

LEG