Varias cejas se levantaron después de que el Presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, calificara como un circo los señalamientos contra Rosario Robles, que la involucran en el desvío de millones de pesos, durante el tiempo que estuvo al frente de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) y como titular de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu).

Y es que legisladores de Morena, entre ellos el coordinador de los Diputados, Mario Delgado, dijo que llamarían a comparecer a la titular de la Sedatu como parte de la glosa del Sexto Informe de Gobierno y, de paso, para que diera explicaciones en torno a este caso.

Es más, el propio Delgado aseguró que está acreditada la relación de Robles con los presuntos desvíos millonarios a los que se le vincula, pero por la falta de voluntad de la actual administración federal, nunca se ha ejercido sanción alguna.

La pregunta que salta es si ¿después de las declaraciones del Presidente electo, los diputados de Morena seguirán adelante con la intención de citar a Rosario Robles o el caso quedará sólo en meras declaraciones?

Hace bien López Obrador en aclarar que su Gobierno no va a perseguir a nadie por motivos de venganza ni de espectacularidad, como se hacía anteriormente, y que las investigaciones que están abiertas van a continuar, pero no dependen del Poder Ejecutivo, sino del Judicial.

Sin embargo, sería bueno que sus asesores le dijeran que, al igual que no corresponde a su investidura condenar a alguien, tampoco le compete exonerar a priori al considerar como “chivo expiatorio” a quien tiene en marcha una indagatoria porque existe la sospecha de que pudo haber incurrido en alguna mala práctica.

Con sus argumentos, el Presidente electo también descalificó el trabajo de un grupo de periodistas íntegros y serios de Animal Político que fueron quienes, hace justamente un año, dieron a conocer La Estafa Maestra, un trabajo de investigación rigurosa en el que documentaron el desvío de más de dos mil millones de pesos de la Sedesol a través de universidades públicas y empresas fantasma.
Andrés Manuel haría bien en salir a aclarar sus dichos del fin de semana o, de lo contrario, quedaría entre la sociedad la percepción de que se está dando, por adelantado, una carta de buena conducta a quien tiene señalamientos no sólo de la prensa, sino de la propia Auditoría Superior de la Federación.

Es cierto que debe imperar la máxima de que todos somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario; de ahí el imperativo de que se concluyan las investigaciones correspondientes antes de extender un manto protector de impunidad.

IPN vs. inseguridad

La inseguridad pública fue uno de los aceleradores de la reciente protesta protagonizada por alumnos de la UNAM. Por ello, las autoridades del Instituto Politécnico Nacional (IPN) reforzaron acciones para proteger a su comunidad, por lo que ya está en vigor un acuerdo con la Ciudad de México para realizar patrullajes en zonas escolares y, sobre todo, disponer de transporte hacia los centros educativos del Poli.

Un buen paso para ayudar a la educación y seguridad de miles de jóvenes.
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@JuanMDeAnda