Estamos a poco más de dos meses y medio de que concluya la administración del presidente Enrique Peña Nieto y con ello a que finalicen sus labores los actuales funcionarios de la Procuraduría General de la República (PGR), sin embargo ante esta situación, diversos sectores de la sociedad civil e incluso del próximo Gobierno se encuentran preocupados, pues piensan que en este tiempo el Ministerio Público federal aún puede desistirse de diversas investigaciones o acusaciones contra ex gobernadores y ex funcionarios de la actual administración.

Y no es para menos, ya que a finales de este mes, la PGR se tendrá que presentar a una audiencia del caso del ex gobernador Javier Duarte, en la cual tendrá que presentar todas las pruebas que en los últimos meses logró recabar en su contra, y no sólo eso, sino también tendrá que demostrar la forma lícita en que consiguió las pruebas.

En dicha audiencia será importante que la PGR presente una buena investigación ante el juez de Control, de lo contrario estaremos viendo el principio de la exoneración del ex gobernador de Veracruz.

Por cierto, dentro de los pendientes que parece que no resolverá el Ministerio Público federal en el caso de Javier Duarte, están las más de 70 denuncias que presentó la Auditoría Superior de la Federación.

Pero no es el único caso que pende de un hilo; al parecer, la PGR recibió la orden de no tomar en cuenta los llamados de las autoridades estadounidenses respecto a la extradición del ex gobernador de Tamaulipas, Eugenio Hernández. Nos dicen que la apuesta de la PGR es dejar pasar el tiempo y no entregar a Eugenio a las autoridades de Estados Unidos, que lo buscan por delitos vinculados al crimen organizado.

De hecho, tenemos copia de al menos 24 oficios que ha enviado el juez encargado del trámite de la extradición a la PGR solicitándole información sobre el caso y en todos la SEIDO se ha negado a contestar al juez. Éste es uno de los grandes pendientes en los que tendremos que estar atentos.

El caso de Rosario Robles también es un gran pendiente de la PGR, un caso que no ha querido investigar ni informar algún tipo de avance. El caso de la Estafa Maestra llegó por varias vías a la dependencia, en primer lugar, la Auditoría Superior de la Federación envió todas las observaciones y denuncias de los probables desvíos tanto en la Sedatu como en la Sedesol. Incluso la propia Rosario Robles llegó a presentar su denuncia ante la PGR para que se diera respuesta a los señalamientos que había en su contra. Pero por meses, la PGR se ha mantenido en silencio sobre este tema.

En dos ocasiones el actual encargado de Despacho de la PGR, Alberto Elías Beltrán, ha afirmado que las investigaciones sobre el caso Odebrecht ya están casi concluidas, aunque a decir verdad, en la primera ocasión señaló que ya estaban terminadas.

A dos meses y medio de que concluya su encargo no hay avances y sólo podemos ver promesas de que todo se resolverá en breve, mientras que en otros países por este mismo caso ya hay responsables.

Entre otros temas que no se pueden dejar de mencionar están las investigaciones finales que no ha presentado sobre el caso de Roberto Borge y obvio el espionaje a periodistas y defensores de derechos humanos no ha sido un tema que amerite una pronta solución.

En la espera sólo queda desear que en lo que resta no se caigan más casos…