Foto: Especial Investigadores de la UNAM desarrollan tecnosuelos, mezclas de residuos orgánicos e inorgánicos  

Con el objetivo de crear milpas urbanas, jardines y azoteas verdes, investigadores de la UNAM desarrollan tecnosuelos, mezclas de residuos orgánicos e inorgánicos, las cuales incluso servirían para hacer labores de revegetación y evitar inundaciones o encharcamientos en la Ciudad de México.

Desde hace cinco años, expertos del Instituto de Geología producen los también llamados suelos artificiales o “a la medida”. Actualmente, prueban siete, que crearon con residuos orgánicos, como la composta proveniente de una de las plantas de la capital.

Antes de experimentar con suelos artificiales para cultivar en una milpa urbana maíz, frijol y calabaza, se hizo un inventario de desechos orgánicos e inorgánicos de la Ciudad de México, explicó la institución en un comunicado.

“Ya se tiene una lista y se han usado para ensayos a diferente escala: macetas, invernaderos y ahora a cielo abierto (milpa urbana), con las condiciones climáticas de la metrópoli”, indicó la investigadora Blanca Lucía Prado Pano.

En colaboración con Lucy Mora Palomino y Víctor Manuel Peña Ramírez, ha propagado plantas de ornato, como cempasúchil, cactus y siempreviva, y cultivado chile y jitomate, y sabe en qué suelos se produce mejor el fruto de la tomatera.

“Preparar suelos para cultivar plantas comestibles es lo más difícil. Si logramos obtener una producción importante, podremos tener la planta que queramos”, subrayó Peña Ramírez, experto en sustratos y propagación de plantas en viveros.

El grupo de trabajo no sólo busca promover la agricultura urbana con los suelos artificiales, sino para regenerar jardines y construir nuevos parques, y así rehabilitar zonas contaminadas por la industria. A decir de Mora Palomino, “nuestra finalidad es desarrollar tecnosuelos con un amplio espectro de usos”.

LEG