El próximo viernes se cumple un año del sismo ocurrido en Oaxaca y gran parte de Chiapas. A un año siguen muchos pendientes en esas regiones, muchas irregularidades en el reparto de ayuda, promesas que no se realizaron y con ello se suma un Sexto Informe de Gobierno en donde no aparece ni un poco de autocrítica respecto a la situación que se vive en esas regiones.

Por ejemplo, a un año de ese sismo, las autoridades no han sido capaces de dar a conocer públicamente y de manera oficial los censos completos de los damnificados, ni tampoco de los inmuebles dañados y mucho menos de las escuelas afectadas y que no han logrado recuperarse.

A un año seguimos documentando casos en los que muchos damnificados denuncian que pese a que sus casas están dañadas, no aparecen en dichos censos y, por lo tanto, no han recibido la ayuda de las autoridades.

Para colmo, en dichos censos muchas personas que no se vieron afectadas ni sus inmuebles dañados, sí aparecen en los listados, y muchas de ellas recibieron el dinero que no correspondía.

Es increíble que a un año del sismo, las autoridades de la PGR y Bansefi no hayan dado a conocer el resultado de las investigaciones en torno a la clonación de tarjetas utilizadas para repartir la ayuda de los damnificados.

A un año, Bansefi no ha dado detalle de sus propias irregularidades como fue la duplicidad de tarjetas de ayuda a damnificados, incluso no ha quedado claro en dónde se encuentra el dinero que se destinó a esas tarjetas o los casos en los que en teoría varios damnificados recibieron hasta 36 tarjetas de ayuda por error de la dependencia.

Bansefi tampoco aclaró el motivo por el que expidió el número indiscriminado de tarjetas de banda magnética que elaboró. En estos meses sólo ha afirmado que el uso de esas tarjetas magnéticas fue por la urgencia del momento; en este caso no ha informado por qué no utilizó el gran número de tarjetas con chip que tenía la propia institución y si dentro de la propia dependencia hubo otras alternativas que les hubiesen recomendado.

De acuerdo al Sexto Informe de Gobierno, se registraron 170 mil 495 viviendas afectadas, en situación de ser apoyadas por el Fondo Nacional de Desastres Naturales (Fonden): 59 mil 867 con daño total y 111 mil 628 con daño parcial. Hasta junio de 2018, 164 mil 455 titulares de viviendas dañadas ya han recibido apoyo monetario y en materiales de construcción mediante tarjetas de Bansefi.

Dato importante es que señalan que están en proceso siete mil 39 casos especiales de familias que aún no han recibido su apoyo, debido a que los titulares no han recogido tarjetas, salieron de la localidad donde residían, hay algún litigio familiar o fallecieron las personas a cuyos nombres estaba el trámite.

En cuanto a las escuelas dañadas, el Gobierno federal informa que se conformó un listado de 19 mil 784 escuelas con daños, contándose con un financiamiento federal para su atención de 18 mil 347 millones de pesos, de los cuales nueve mil 116 millones de pesos son del Fonden. El probema es que cuando uno pide el detalle de esos censos, la autoridad señala no tenerlo actualizado, tenerlo en reserva y con ello no es posible saber la dimensión o cotejar los datos proporcionados.