Foto: Especial El Centro Mexicano de Innovación en Energía Eólica (Cemie-Eólico), la UTVCO emprendió la innovación, que actualmente se encuentra en periodo de prueba, de un prototipo de aspa construido con bagazo de maguey  

Los alumnos y profesores de la Universidad Tecnológica de los Valles Centrales de Oaxaca (UTVCO) emprendieron el uso de este desecho en la fabricación de palas de aerogeneradores de eje vertical. Alejandro Alderete Nava, es el catedrático de energías renovables de la institución, quien durante dos años de investigación contribuye con el desarrollo de tecnologías amigables con el medio ambiente en la generación de energía eólica.

Como miembros fundadores del Centro Mexicano de Innovación en Energía Eólica (Cemie-Eólico), la UTVCO emprendió la innovación, que actualmente se encuentra en periodo de prueba, de un prototipo de aspa construido con bagazo de maguey.

En Oaxaca se producen anualmente alrededor de 122 mil 696 toneladas de este residuo de la producción mezcalera, el cual es desechado de manera irregular en los cauces de ríos, e inclusive incinerado, lo que genera contaminación y daño al medio ambiente. Alderete Nava asegura que las propiedades de este desecho demuestran su resistencia, que es mayor a la que ofrece la fibra de vidrio que es con lo que actualmente se construyen las palas de los aerogeneradores.

En entrevista con el Conacyt, agregó que las ráfagas de viento que se originan en el istmo de Tehuantepec —la zona de mayor producción de energía eólica en el país—, causa el desprendimiento paulatino de las aspas, de tal forma que tienen que ser reemplazadas entre cada tres y cinco años.

“El viento desgasta la fibra de vidrio y lo que pretendemos, en primer lugar, es evitar que ese material que resulta dañino se esparza en el medio ambiente, además de ofrecer una alternativa para el reciclaje y uso del bagazo de maguey”, aseveró Alderete Nava.

Los alumnos de energías renovables de la UTVCO, se encuentran en periodo de prueba del aspa, misma que fue diseñada para un aerogenerador de baja potencia que arman y desarman, para que de manera práctica los jóvenes puedan adquirir el conocimiento sobre su rendimiento.

“En la universidad nos encontramos desarrollando otras dos aspas resistentes, durables y cuya resina con la que sean fijadas sea también de origen natural, para dejar de utilizar materiales que dañen el medio ambiente en su producción y a consecuencia de su desgaste”, comentó el investigador Alderete Nava.

Adelantó que el siguiente paso consiste en desarrollar aspas con fibra de coco, que también es otro material de desecho que tiene gran resistencia. Asegura que la innovación forma parte fundamental de la UTVCO, por lo que aunado a los proyectos que se realizan en las aulas, se impulsa una cultura académica de vinculación entre las empresas y la universidad.

LEG