Se equivocó Ricardo Anaya al hacer campaña contra el fiscal carnal.

Lo humillaron como candidato presidencial y los votos por él esperados fueron a parar al alud electoral de ya saben quién.

Peor aún, le hizo un gran daño al país.

Cuando él impulsaba su ataque feroz contra Raúl Cervantes, el entonces procurador, concluía la investigación sobre la influencia corruptora de Odebrecht en México y se aprestaba a consignarlo.

Pero le pidieron esperar.

Entonces, entre el fuego superior y la cruzada nacional liderada por el panista, el procurador general de la república optó por renunciar porque no es títere de nadie.

Lástima: el asunto ya estaría judicializado, sabríamos cuáles son sus sustentos legales y la nación no iría hacia vendettas y nuevos escándalos en estos tiempos de impunidad y violación de la ley.

Los escándalos de corrupción serían menores al menos en número y no estaríamos ante una negociación para evitar castigos mayores en pago de la transición.

Pero eso es digresión personal.

La firma y violación de palabra

Ricardo Anaya, decíamos arriba, le hizo un daño a la nación.

Raúl Cervantes, no es un hombre manipulable, se distingue como abogado inflexible y lo han sabido en distintos momentos el presidente Enrique Peña y políticos de distinto peso.

Pero además, el ex candidato presidencial panista incumplió su firma emitida como presidente de la Cámara de Diputados cuando quedó asentado en ley el pase automático de Cervantes a la Fiscalía General de la Nación.

Argumentó en su renuncia:
“Algunos legisladores y políticos han utilizado mi nombre y mis supuestas aspiraciones como excusa para ellos…No tengo ninguna aspiración, fuera de servir con honorabilidad…”

Con honorabilidad se fue y hoy el cargo está acéfalo y damos un avance: ese lugar lo ocupará un personaje incondicional del próximo gobierno y tiene origen suriano.

AMLO cumple a SEDENA y a la Marina

1.- Entre marzo y mayo hubo un comedido mensaje de las Fuerzas Armadas a Andrés Manuel López Obrador.
En síntesis, le pedían no especular con nombres de secretarios para la defensa Nacional y Marina a fin de no desatar competencias internas.

El accedió y ahora la relación es buena.

Pronto recibirá los nombres de posibles candidatos y ninguno requerirá presentación oficial, pues conocen a fondo sus respectivas secretarías, responsabilidades de ley y encomiendas en estos tiempos violentos.
No puede haber equívoco del futuro mandatario sobre quienes sirven a la patria y la hoja de almirantes y generales de tres estrellas está abierta para cualquier investigación.

2.- cuando se habla de concentraciones y garantes de la competencia, se da un fenómeno curioso.
El Instituto Federal de Telecomunicaciones (Ifetel) adjudicó a AT&T y Telefónica 120 megahercios (Mhz) de la banda de 2.5 gigahercios para servicios de telecomunicaciones inalámbricas.

Buen negocio para el gobierno, pues recibirá 44 mil 440 millones de pesos, pero con ello AT&T será la empresa de mayor espectro: 33.73 por ciento.

Esto se da cuando el Ifetel de Gabriel Contreras va sobre otros actores como Televisa en el mundo de las telecomunicaciones y en especial televisión.

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