Foto: Cuartoscuro Una fiesta más del maratón de la Ciudad de México se celebró ayer con 42,mil deportistas que fueron apoyados por familiares, amigos y extraños. Los africanos se impusieron.  

Maratón de la Ciudad de México Telcel 2018; la carrera más especial

La cita fue muy temprano en el Zócalo de la capital, pero sólo los élite saldrían a las siete en punto. El sonido local ya era una fiesta, y se escuchaban las notas de la banda de guerra de la Sedena. Posteriormente comenzó la salida de los bloques, y la ansiedad se calmó.

Por las calles del centro había una gran cantidad de personas apoyando a sus familiares, incluso hasta se ponían de acuerdo para verse en otro punto más adelante. También las selfies eran la constante en esos kilómetros en los que las piernas van tan frescas que muchos las queman en su afán de verse muy bien a la salida.

Disfrutar al lado de más de 42 mil locos que decidieron, igual que yo, recorrer la mágica distancia del maratón, es algo muy especial, pues la energía que se siente no se podría vivir sin la gran organización de todos los involucrados.

Conforme pasaban los kilómetros, se hacía un grupo más compacto, y se definió a mis colegas con los que iba a compartir mi camino. Avenida de la Reforma nos llevó hasta Peralvillo, para después bajarnos de vuelta e internarnos en Polanco.

En realidad, es un día de fiesta en el que, corredores y los que no, conviven como si fueran uno mismo. Llegaron los 20 kilómetros, y las piernas ya no eran las mismas que a la salida. Aunque Las herramientas para desplazarse a lo largo de la ruta ya no responden, el corazón comienza su trabajo, aunado al de decenas de miles de fanáticos de los locos maratonistas.

Después de los 30K, apareció Insurgentes, y con ello el agotamiento ya era casi total, pero en ambos lados de la calle, había mucha gente ofreciendo bolsitas con refresco de cola, gomitas de azúcar y cualquier suplemento para ayudarnos a completar la hazaña.

A la distancia apareció CU y las piernas mágicamente volvieron a la vida para acelerar esos metros que ya parecen millas náuticas. Los locos que corren se fusionan con los que locos que apoyan, y hacen equipo para que sea uno el que cruza la meta en el mítico Estadio Olímpico. Lo que sigue es la recepción de la medalla y ahora sí, deber cumplido.

Kenia dominó una vez más

Con un tiempo récord de 2 horas 10 minutos, 38 segundos, el keniata Tikus Eriku se llevó la edición XXXVI del Maratón de la Ciudad de México Telcel 2018; mientras que la etíope Etaferahu Woda cronometró 2:40.10 para la primera posición femenil, en un evento que convocó a miles de corredores por las principales calles y avenidas de la capital.

LEG