WASHINGTON.- Investigadores descubrieron en Kenia el cementerio público más grande y monumental que África haya visto, un extenso campo de anillos rocosos, columnas de piedra y túmulos funerarios construido por una tribu de pastores ambulantes hace unos cinco mil años.

 

Los pastores se detuvieron junto a un lago en lo que hoy es Kenia para enterrar a sus muertos en un lugar conocido como el Sitio Lothagam North Pillar, cuya construcción tomó más de 450 años y donde habrían sido sepultadas más de 500 personas, informa un equipo internacional de investigadores.

 

Lothagam North fue un monumento de piedra arenisca construido por y para el pueblo, pues sus pilares epónimos de sólo unos pies de altura cada uno, no eran tan altos ni opulentos como otros sitios funerarios de la antigüedad, como la Gran Pirámide de Giza, Egipto, o el Mausoleo de Mausoollos, Turquía.

 

En este lugar, enterraban ritualmente generación tras generación de difuntos y todos ellos no eran emperadores y personas de élite, sino más bien miembros de tribus de todas las edades y géneros, enterrados uno al lado de otros sin discriminación.

 

“Lothagam North Pillar es el cementerio más antiguo conocido en el este de África, construido por los primeros pastores de la región”, afirma Elisabeth Hildebrand, profesora de la Universidad Stony Brook, Nueva York y autora principal del estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).

 

Subraya que este descubrimiento permite reconsiderar cómo se ha definido la complejidad social y los tipos de motivos que llevan a grupos de personas a crear una arquitectura pública.

 

El sitio es el más antiguo de los seis monumentos conocidos construidos cerca del lago Turkana, en Kenia, fue datado de hace entre cuatro mil y cinco mil años, una época en la que la disminución de las precipitaciones conducía a la retirada de las costas y ello revelaba nuevas y fértiles llanuras.

 

En medio de este cambio medioambiental, las primeras tribus de pastores acababan de comenzar a extenderse a África oriental, refieren los investigadores y agregan que las tribus se vieron obligadas a desarrollar nuevas estrategias de supervivencia y de expresión cultural.

 

La construcción de Lothagam North Pillar probablemente fue una de las formas que tomó esa expresión, ya que la pieza central del sitio es una plataforma de piedra levantada de aproximadamente 30 metros de diámetro, coronada con basalto monolítico y columnas de piedra arenisca.

 

Dentro de esta plataforma se encuentra una cámara funeraria que una vez pudo albergar hasta 580 personas en tumbas apretadas, escribieron los investigadores.

 

El lugar ha sido estudiado como una maravilla arqueológica desde la década de 1960, pero este nuevo estudio marca la primera vez que los investigadores han analizado en profundidad la jerarquía social (o la falta de ella) de los muertos del cementerio.

 

Según los investigadores, los fallecidos fueron enterrados sin distinciones de clase o sistema de castas, ancianos junto a bebés, mujeres junto a hombres, sin recibir un tratamiento especial, pero casi todos los esqueletos encontrados tenían adornos con coloridas joyas.

 

Muchos de los muertos usaban cuentas de piedra o joyas hechas con cáscaras de huevo de avestruz; algunos llevaban anillos y brazaletes de marfil de hipopótamo; mientras que otros llevaban tocados hechos de incisivos animales, incluso un esqueleto tenía un tocado de 405 dientes de jerbo.

 

Dispuestos alrededor de la plataforma, un grupo de grandes círculos de piedra y túmulos funerarios dan a todo el sitio una huella monumental que abarca más de mil 400 metros cuadrados de terreno, una construcción que tardó al menos 450 años en completarse.

 

Durante esos siglos de construcción, innumerables amigos y vecinos se habrían reunido en Lothagam North para presenciar centenares de ceremonias rituales de entierro, sugieren los investigadores.

DPC