Foto: EFE La extensa sesión en el Senado, que comenzó poco después de las 10.30 hora local (13.30 GMT), se prolongará durante varias horas por la cantidad de oradores anotados -61-  

BUENOS AIRES. Los senadores que rechazan despenalizar el aborto en Argentina superan en número a los que lo defienden, según un recuento difundido hoy por la Cámara Alta basado en declaraciones públicas de los legisladores, que en las próximas horas votarán oficialmente si apoyan o no el proyecto.

De acuerdo con lo que anticiparon hasta ahora los senadores a la prensa o por redes sociales, el recuento del Senado difundido en su canal de YouTube adelanta que 38 de los 72 legisladores de la Cámara Alta se disponen -salvo cambios de última hora- a votar en contra de dejar de penar el aborto, frente a los 31 que dicen estar a favor.

La extensa sesión en el Senado, que comenzó poco después de las 10.30 hora local (13.30 GMT), se prolongará durante varias horas por la cantidad de oradores anotados -61- y se prevé que la votación oficial del proyecto, que llega precedida de su aprobación en la Cámara de Diputados de pasado junio, sea en horas de la noche.

El pleno se celebra tras varios meses de fuerte actividad social y política entre los que apoyan aprobar el aborto y los que lo rechazan.

“El aborto legal, seguro y gratuito es la única forma de terminar con la muerte de más mujeres con embarazos no deseados (por las intervenciones clandestinas). Hemos tenido que debatir mucho y por fuera de toda bandera partidaria”, explicó en el pleno el opositor Pedro Guastavino, del peronismo kirchnerista.

Por su parte, Mario Fiad, de la Unión Cívica Radical (UCR), que integra el oficialista frente Cambiemos, sostuvo que el texto proveniente de Diputados “es claramente violatorio de la Constitución” y cuestionó el contenido porque, entre otros aspectos, “excluye a la persona por nacer”.

El proyecto busca despenalizar el aborto dentro de las 14 semanas de gestación, mientras que la normativa actual, que se remonta al código penal de 1921, solo permite el aborto cuando el embarazo es fruto de una violación o peligra la vida de la madre.

El asunto genera tanta división dentro de cada partido que, en comisiones previas a la sesión de hoy, los legisladores no pudieron ponerse de acuerdo para que el proyecto que llegó aprobado de la Cámara Baja fuera llevado al pleno general del Senado, aunque finalmente y por una decisión previa de la necesidad de abordar la problemática, se está debatiendo.

Por esa razón, se llegó a plantear la posibilidad de introducir cambios en el proyecto para generar más adhesiones, como reducir el plazo para interrumpir un embarazo de 14 a 12 semanas.

En este sentido, el también peronista Dalmacio Mera basó su oposición a la iniciativa al remarcar que “hay vida desde la concepción” y además se remitió a la Carta Magna y a otras disposiciones legales.

“No he podido escuchar en el debate qué sustancia mágica o proceso biológico se provoca en la semana 12 o 14 para que una vida valga más o menos a partir de ese momento preciso”, aseveró, convencido de que a partir de la concepción “hay una vida”.

Para Norma Durango, del peronismo, hay que velar por la “igualdad de derechos y sobre todo en la libertad de elegir”.

“No estoy a favor del aborto, estoy a favor de la despenalización de la interrupción voluntaria del aborto, por muchas razones pero una fundamental: las mujeres abortan y lo hacen poniendo en riesgo su vida, sin el acompañamiento del Estado, en condiciones inseguras en un marco de clandestinidad que como legisladores no podemos permitir más”, subrayó.

El senador Esteban Bullrich, exministro de Educación del Gobierno de Mauricio Macri, argumentó que el aborto “no va a ser menos trágico porque se haga en un quirófano”.

“Va a ser igual de trágico y va a dejar el mismo dolor. Aspiremos a más. No me resigno a que el aborto es la única solución”, concluyó.

Desde que el 1 de marzo pasado, Macri -contrario a despenalizar el aborto- decidiera impulsar el debate y diera libertad de conciencia a sus diputados, las opiniones de cada grupo político y de multitud de organizaciones sociales se han ido poniendo sobre la mesa con gran vehemencia.

Entre los senadores hoy presentes se encuentran los expresidentes Carlos Menem (1989-1999) y Cristina Fernández (2007-2015), ambos peronistas pero con opiniones contrarias: el está en contra y ella a favor.

Al mismo tiempo, a las afueras del Congreso, y como ya ocurrió cuando lo debatieron los diputados, se congregan cientos de personas de ambos lados que aguardan el resultado final.

 

JMSJ