Foto: Especial La presidenta y directora general de Burson Marsteller México habla sobre la mujer ejecutiva en este espacio creado para ellas  

Las mujeres necesitamos reglas propias

¿Cómo es ser una influencer?, le preguntamos a Adriana Valladares quien sin duda cumple todos los requisitos que se necesitan para serlo, pues a la presidenta y directora general de Burson Marsteller México no sólo la avalan 30 años dedicados a diversas facetas de la comunicación, sino su bien ganada reputación de líder en las diferentes empresas en las que se ha desarrollado: Reuters, Coca Cola, Sony y ahora la Agencia de Relaciones Públicas, de la que se ha hecho cargo durante los últimos cinco años, ha hecho de ella unas de las mujeres más influyentes en el ámbito de la comunicación en México, sin embargo, ella no se lo cree: “el ser una persona influyente no depende de un puesto o una actividad, hay gente tremendamente poderosa y ni siquiera está consciente de eso, simplemente tiene liderazgo, conocimiento o carisma, lo que hace que los demás le escuchen y le crean.”

“Otra de las características de una persona influyente es que tiene una postura documentada ante las cosas y las dice y las fundamenta, alguien que conoce y engancha con su público.”

Y es precisamente este conocimiento y su liderazgo los que la llevaron a ser seleccionada como jurado para el Festival de la Creatividad Lions Cannes 2018 en el área de Relaciones Públicas, donde fue responsable de evaluar cientos de proyectos de diversas partes del mundo.

Golpes de timón

En las últimas tres décadas, Adriana se ha reinventado varias veces, su primera etapa laboral la vivió inmersa en el periodismo, posteriormente en el ámbito corporativo y hoy en la consultoría, afirma que todas han sido apasionantes y se considera privilegiada, pues ha estado en tres frentes de la comunicación y en todas ellos ha alcanzado una posición destacada ¿qué factores la han llevado a tener éxito en sus campos de acción?: “Sin duda alguna la capacidad de aprendizaje, este es uno de mis principales drives, incluso tomo proyectos pensando en lo que voy a aprender de ellos. Otro factor es el trabajo duro y algo de lo que me siento orgullosa, la capacidad de construir equipos exitosos.”

Pero sin duda es su necesidad de aprender lo que la ha llevado a dar estos “golpes de timón” en su carrera: “muchos piensan que a lo mejor estoy loca porque cuando en el tiempo en el que ya había logrado establecerme tranquilamente, sin complicaciones, etcétera, decidí cambiar de rumbos, sin embargo, no está en mi apostarle a lo cómodo y dejar de crecer como persona o profesional, prefiero equivocarme que dejar de correr un riesgo y perder la oportunidad de aprender y crecer”.

Juguemos con otras reglas

En esta época de equidad de género, y en el momento que vive el país, la también ganadora del premio Mujer Ejecutiva, opina que todavía existen situaciones que hacen más difícil el camino de ellas.

“El ser mujer nunca ha jugado a mi favor cuando se ha tratado de conseguir algún trabajo o puesto, ni siquiera si tenemos la libertad de tomar decisiones sobre cambios o traslados, y es que, a lo mejor rompo un mito: Las mujeres, aunque estemos solteras, aunque no tengamos hijos, siempre tendremos a alguien de quien nos estamos haciendo cargo, los papás, tíos, sobrinos, etcétera. Por eso existe el mito de que las mujeres no quieren llegar a puestos directivos, lo que no es cierto, lo que pasa es que no queremos llegar con los mismos costos, no en las mismas condiciones.

“He escuchado a un prominentísimo empresario diciendo que lo que pasa es que las mujeres somos muy inteligentes y no queremos tener esos horarios y viajar tanto, la verdad esto me enoja oírlo porque afirman que no queremos jugar con sus reglas que son horrorosas. ¡Pues sí! ¡Cambiemos las reglas! Las mujeres sí queremos, pero con otras reglas, que reconozcan lo que para nosotros son prioridades. Muchas las aceptan, y está bien, pero no quiere decir que esas sean las únicas reglas con las que se tiene que jugar, especialmente en esta época donde es tan fácil trabajar. Podemos tener la oficina donde queramos, la tecnología ha emparejado el terreno.”

De primera mano

Otro de los privilegios de los que goza la experta en manejo de crisis es tener trato directo con los responsables de varias de las empresas más importantes el país que forman parte de la lista de poco más de medio centenar de empresas que actualmente atienden en la agencia, es por eso que quisimos conocer de primera mano, lo que piensan los empresarios de estas compañías, entre las que se cuentan grandes y medianas, nacionales e internacionales, sobre las perspectivas del país: “Estoy muy sorprendida porque creo que han actuado con enorme madurez y me congratula, fue mucho mejor de lo que pesaba, pero eso no quita que haya cierta cautela, que además me parece no sólo natural sino aconsejable.”

“Sin embargo la cautela no esta siendo un pretexto para que hagan un lado su compromiso con el país. Siento que siguen enfocados en seguir siendo productivos, generando empleos, desarrollando productos y lo único que piden son las condiciones necesarias para que esto se dé, por el bien de todos.

Siendo un factor común para la mayoría el estado de derecho, y la apertura, el diálogo que se pueda dar con todos los sectores.

“En todos los gobiernos que tienen programas de austeridad la iniciativa privada se vuelve más importante en términos de crear los empleos que el país necesita, así como el desarrollo, la investigación, etcétera.”

Para Adriana Valladares las perspectivas son positivas: “yo soy optimista y no quiero dejar de serlo, las primeras señales me parece que son favorables, y me siento confiada porque todo el mundo ha actuado con una prudencia sorprendente, hasta los principales protagonistas.

“A lo mejor los únicos que no son los bots, que me parece que no se han dado cuenta de que ya terminó la elección”, concluyó sonriendo.

LEG