Foto: EFE Todo el concepto recae en el cambio de la fórmula química actual que se utiliza en todo el mundo para producir bolsas de plástico  

Un nuevo concepto de bolsas de plástico, sin ningún derivado del petróleo y completamente hidrosolubles, fue presentado hoy en Santiago por unos ingenieros chilenos como un avance para acabar con la contaminación que generan estos útiles.

Todo el concepto recae en el cambio de la fórmula química actual que se utiliza en todo el mundo para producir bolsas de plástico, explicaron el gerente general, Roberto Astete, y el gerente comercial, Cristian Olivares, de Solubag, la empresa chilena que ha desarrollado esta innovación.

Tras la modificación de la formula química del PVA (alcohol polivinílico), las bolsas se deshacen y se diluyen en el agua sin causar perjuicio ni en el medioambiente ni en el propio líquido que las absorbe.

Para dar mayor garantía del proceso, Astete y Olivares realizaron hoy una demostración en Santiago ante la prensa para evidenciar la eficacia de la nueva fórmula y la seguridad de que el componente no contamina.

Tomaron una bolsa producida por ellos, visualmente muy parecida a las actuales bolsas de plástico, la introdujeron en un recipiente con agua y, tras remover el líquido por unos segundos, la bolsa desapareció, dejando el agua algo turbia.

Además, Astete tomó un vaso, lo llenó con agua donde se disolvió la bolsa y la bebió para demostrar que el agua se mantiene absolutamente potable.

“El material base tiene distintos orígenes. Nosotros buscamos la posibilidad de bajar los costos de producción y eso nos llevó a experimentar con distintos proveedores para garantizar la calidad de nuestro producto y siempre ser amigables con el medioambiente”, dijo Astete.

Los dos ingenieros destacaron que sus bolsas se pueden utilizar para los mismos usos que se le da actualmente a las bolsas de plástico, pero con la diferencia de que cualquier puede hacerla desaparecer al sumergirla en agua.

“La bolsa se usa para dos cosas en casa. Para guardar algo, como puede ser la basura, o para echar distintas cosas dentro. Esa función sigue teniéndola nuestra bolsa“, explicó Olivares.

“(Con) este material, a parte de tener la ventaja de ser amigable, tú decides cuándo destruir la bolsa. La bolsa la puedes utilizar las veces que tu quieras. Pero si la bolsase daña, en lugar de ir a tirarla, yo la disuelvo y me hago cargo del problema. Ese es el espíritu de este producto”, agregó Astete.

La compañía Solubag produce actualmente en China, pero puntualizaron que podría producirse en cualquier parte del mundo simplemente cambiando la fórmula de fabricación del material.

En ese sentido, Astete señaló que en el mercado chileno están realizando contactos con los productores, más aún cuando el Gobierno del presidente, Sebastián Piñera, prohibió hace semanas a través de una ley el uso de derivados del petróleo en la fabricación de bolsas, una medida que entrará en vigor próximamente.

“La ley no estaba tan clara al principio, pero ahora sí que hay una ley realmente tácita y los clientes están dispuestos a entrar en el mercado con estos productos”, indicó Olivares.

Pese a que en la actualidad este nuevo concepto de bolsa hidrosoluble no está aún presente en los supermercados o tiendas chilenas, el proyecto pretende convertirse en una actualización de las actuales bolsas de plástico, que perduran por 400 años en la naturaleza.

Por eso la idea es entrar en el mercado y poder tomar el lugar que las bolsas de plástico tienen actualmente una vez entre en vigor la nueva ley.

“La ley no estaba tan clara al principio, pero ahora sí que hay una ley realmente tácita y los clientes están dispuestos a entrar en el mercado con estos productos”, explicó Astete.

 

NCG