Foto: Reuters Debo decir que lo hicieron muy bien, especialmente el entrenador: Yuukongkaw  

Chian rai.- La historia de los 12 chicos y su entrenador que fueron rescatados en una cueva Tailandia escribió un nuevo y feliz capítulo, ya que gracias a que su salud evoluciona de forma favorable pudieron reunirse con sus familiares.

Los médicos permitieron ayer, por primera vez, que los padres de los chicos rescatados el domingo y el lunes pudiesen entrar en la zona del hospital provincial de Chiang Rai donde están hospitalizados, aunque con guantes y ropa especial y teniendo que mantener una distancia de dos metros.

Los doctores quieren evitar que los rescatados, que tienen las defensas bajas, se contagien de alguna enfermedad que retrase su mejoría.

Todos se recuperan con normalidad y su vida no corre peligro, a pesar de que han perdido de media unos dos kilos de peso cada uno durante los días que permanecieron en la gruta, de los cuales nueve los pasaron desaparecidos y sin comida.

“Hay que mantener un protocolo de seguridad debido al débil sistema inmunológico de los menores”, indicó durante una rueda de prensa uno de los médicos que evalúa al grupo.

Añadieron que tres de los menores registran cuadros leves de neumonía y uno es tratado por un corte en la pierna derecha.

Los doce escolares, de entre 13 y 16 años, y el entrenador, de 26, se internaron en la cueva Tham Luang, durante una excursión el 23 de junio tras completar un entrenamiento de futbol cuando una súbita tormenta inundó el camino de salida.

La madre de uno de ellos dio la alerta al ver que su hijo no regresaba, pero no los encontraron hasta nueve días más tarde, hambrientos y débiles, en una caverna a cuatro kilómetros de la entrada.

El rescate empezó el domingo pasado por etapas, pero primero tuvieron que recobrar fuerzas y aprender a bucear, porque muchos no sabían nadar.

Dos buzos, uno delante y otro detrás, empezaron a extraerlos el domingo pasado, primero un grupo de cuatro.

El lunes salieron otros cuatro y el martes el resto, en una operación cuya dificultad quedó patente con la muerte, el 5 de julio, de un voluntario antiguo miembro de los grupos de élite de la Marina al quedarse sin aire durante una inmersión.

Incluso fueron sedados para prevenir la ansiedad durante su rescate. La BBC lo calificó como un medicamento utilizado por los soldados.
El grupo, que también recibe apoyo psicológico, mantiene buen estado de ánimo, según los reportes médicos.

Los rescatistas dieron a conocer las primeras imágenes de los chicos, donde aparecen en el hospital y también difundieron video de las labores de rescate cuando sacaban a uno de Los Jabalíes Salvajes, equipo de futbol de los famosos jóvenes, de quienes ya se muestra interés de hacer una película con su increíble historia.

Niños rescatados en Tailandia cavaron un túnel para mantener el calor

El tutor de los doce menores que pasaron más de dos semanas atrapados en una cueva en Tailandia les hizo cavar un túnel para mantenerse calientes y les enseñó técnicas de meditación para que gastaran menos oxígeno, según relató hoy a la BBC el almirante de la Marina tailandesa Arpakorn Yuukongkaew.

El responsable de la operación de rescate admitió que cuando conocieron por primera vez la situación de los niños su equipo solo albergaba “una pequeña esperanza” de encontrarlos con vida en el interior de la cueva Tham Luang, en la que el grupo se adentró durante una excursión el sábado 23 de junio.

“Al final, esa pequeña esperanza se hizo realidad. Debo decir que lo hicieron muy bien, especialmente el entrenador”, afirmó Yuukongkaew, que señaló que “utilizaron piedras para cavar hasta cinco metros y crear un túnel que les permitiera mantenerse calientes”.

“Por lo que sé, el entrenador era un monje (budista), así que conoce técnicas de meditación y las utilizó para calmar a los niños y lograr que utilizaran tan poco aire como fuera posible”, detalló el almirante tailandés.

Yuukongkaw rindió además homenaje a su compañero Saman Gunan, que murió ahogado cuando regresaba de una misión para llevar suministros a los niños.

“Esta era una misión muy arriesgada. Buceábamos en condiciones que nunca habíamos visto. Él (Gunan) era una persona sacrificada, el sacrificio que hizo fue de una enorme honorabilidad”, afirmó.

El jefe del equipo de rescate detalló que el buzo había estado retirado de la Marina desde hacía algunos años.

“Cuando este incidente ocurrió, él supo que podía ayudar, así que se presentó como voluntario”, dijo Yuukongkaw, que recalcó que “los tailandeses y la gente del mundo entero respetan lo que hizo y le consideran un héroe”.

Sobre sí mismo y el resto de sus compañeros, el almirante sostuvo que no son “héroes”, sino que hicieron todo lo que pudieron “de la mejor forma posible”.

“Lo único que no podíamos hacer era abandonar a la gente”, alegó Yuukongkaw, que se declaró “feliz” porque las trece personas atrapadas hayan salido con vida.

“Hemos sufrido varios contratiempos. El nivel del agua ha estado subiendo de forma paulatina y no pensábamos que la misión tendría este éxito”, reconoció.

Los doce niños, de entre 11 y 16 años, y su entrenador, de 26, se internaron en la cueva tailandesa de Tham Luang, situada en el norte de la provincia de Chiang Rai, durante una excursión el sábado 23 de junio tras completar un entrenamiento de fútbol cuando una súbita tormenta inundó el camino de salida.

Estuvieron nueve días perdidos y sin alimentos hasta ser localizados y finalmente fueron rescatados de las profundidades de la cueva entre el domingo y el martes pasados.

Las autoridades tailandesas anunciaron hoy que los cuatro primeros menores que fueron rescatados recibirán el alta médica el domingo, mientras que el resto tendrán que esperar una semana para poder volver a sus casas.

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