Marcelo Ebrard esperó durante seis años este momento.

Siempre creyó, como lo indicaban las encuestas y confirmaban, un triunfo arrollador de Andrés Manuel López sobre los partidos tradicionales y sus candidatos.

El objetivo principal de sus rescoldos es Enrique Peña Nieto.

Sobre él descarga su ira porque, le han dicho y su información se lo confirma, él impulsó un clima de linchamiento por culpa del cual debió acudir a la patria de sus ancestros, Francia.

Fue la respuesta a la filtración de la llamada Casa Blanca, la residencia propiedad de Angélica Rivera de Peña, donde vivía y posó para una revista de la alta sociedad, Hola.

Él lo desmintió.

-Eso es falso -le ayudó en una entrevista Carmen Aristegui-; la información la sacamos nosotros al ver el lujo en la publicación de marras.

-Así es -agregó Ebrard, para aclarar: Yo no tuve nada que ver.

Pero se fue y durante el sexenio, sobre todo en Estados Unidos, hizo tareas de acercamiento y sensibilización con sectores y partidos políticos extranjeros para su amigo tabasqueño.

MIGUEL MANCERA Y HÉCTOR SERRANO

Los odios hacia Enrique Peña tienen cuerda propia.

No así otros blancos.

En dos frentes, el lopezobradorista y el anayista, se habla de expresiones de rencor de Marcelo Ebrard hacia personajes de la ciudad del período siguiente al suyo, 2012-2018.

Las cuentas pendientes son con Miguel Mancera, jefe de Gobierno del Distrito Federal (GDF) y de la Ciudad de México, quien detenta la marca de votos en la capital.

Otro es Héctor Serrano, secretario de Gobierno del Distrito Federal con el propio Ebrard.

¿Cuál es el agravio?

-Haberse prestado -explica su entorno- al linchamiento de Marcelo y permitir los señalamientos de corrupción y mala obra de la Línea 12 del Metro.

Para vengarse de ellos y otros de su lista, Ebrard necesita cumplir sus expectativas, en especial ser secretario de Gobernación para poder actuar a placer.

Y una segunda condición: el aval de Andrés Manuel López, quien al menos en sus discursos rechaza la venganza, aunque advierte:

-No soy rencoroso, pero no olvido.

Ajá.
EL INCIERTO FUTURO DE PRI, PAN Y PRD
Los primeros resultados obligan a revisar qué pasará con los partidos perdedores.
1. A la debacle priista seguirán dos acciones seguras:
La convocatoria al Consejo Político Nacional (CPN) para determinar cuál es el futuro del partido, si lo hay, y en lo posible encomendar a René Juárez Cisneros la reestructuración integral.
Y la confirmación del hidalguense Miguel Ángel Osorio Chong como coordinador de la bancada tricolor en el Senado de la República.
Su estatura se ha redimensionado luego de haber sido el funcionario y priista mejor evaluado por la ciudadanía todo el sexenio.
2. En Acción Nacional (PAN) es obligado un examen, aunque Ricardo Anaya limpió de adversarios y lo mantiene como factótum de los órganos de gobierno.
3. En el Partido de la Revolución Democrática (PRD), ya de por sí desconfigurado, no se ve vida de trascendencia hacia adelante.
Andrés Manuel López lo desfondará más para satisfacer odios y egos.

 

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